IU centró su estrategia en forzar una coalición en algunas provincias

El comité de notables de IU, reunido ayer con carácter de urgencia, decidió dos puntos claros: uno, forzar al máximo la negociación con el PSOE para lograr una coalición parcial en determinadas provincias, y otro, no romperla aunque esa coalición se hiciera imposible, como de hecho ocurrió al final. A partir de ahí, y aunque ayer no se estudiaron, se barajarían otras fórmulas hasta llegar en último extremo a un simple manifiesto común para concurrir en solitario a las urnas y gobernar juntos si es posible.

Izquierda Unida está logrando gracias al complicado asunto de su pacto con los socialistas una unidad casi desconocida en los últimos tiempos. En la reunión de ayer de su comité de notables quedó claro que se trataba del día de jugar fuerte y presionar al PSOE para alcanzar una coalición aunque sólo fuese en algunas provincias. En principio, se hablaba de nueve, pero no en términos estrictos, por lo que se habría llegado a las 14 a las que se refirió Joaquín Almunia como aquéllas en las que IU no debería presentarse. Esto último no es admisible para ésta, cuyos dirigentes quieren mantener presentes sus siglas para evitar la idea de una "absorción" del PSOE.Sólo el coordinador general de IU, Julio Anguita, que estuvo ayer en su sede, pero no participó en la reunión del comité de notables, exigió, en declaraciones a Efe, una coalición para toda España, no sólo para algunas provincias. "Si hay acuerdo y programa es para todo el Estado español. ¿Qué íbamos a hacer? ¿Presentarnos con un programa en Salamanca y con otro en Valladolid?", se preguntó el todavía líder de esta formación para luego afirmar, tajante, que "ni todos los votos del mundo valen para traicionar un programa político".

Una vez que estas declaraciones, contradictorias con lo que entonces se estaba discutiendo, fueron conocidas por los dirigentes reunidos en el comité de notables, la propuesta de coalición sólo en determinadas provincias siguió adelante, pero el candidato a La Moncloa, Francisco Frutos, no pudo expresarla claramente en la conferencia de prensa posterior para eludir entrar en confrontación con Anguita.

Sin embargo, todos los responsables de IU consultados coincidieron en que eso era precisamente lo que se estaba discutiendo: la coalición parcial, no la global. Incluso Felipe Alcaraz, el portavoz parlamentario y uno de los más críticos con el posible pacto, aseguró que apoyaba totalmente dicha coalición parcial. De hecho, Frutos la había propuesto directamente en la entrevista publicada ayer por este periódico.

Sobre este asunto, y al margen de Anguita, había prácticamente una unidad total en IU. Apenas algunos dirigentes de las provincias afectadas se mostraron contrarios. También había coincidencia sobre la decisión de no romper en ningún caso la negociación con el PSOE, por lo que, en último extremo, complicada la situación, IU propondría una declaración común. La dirección está convencida de que el aspecto programático no va a suponer ningún problema y para asegurarlo se basa en los avances que se vieron en la primera reunión en asuntos como el de las 35 horas laborales por ley.

Una vez desaparecida la posibilidad de una coalición parcial, único punto al que estaban dispuestos a jugar ayer los negociadores de IU con el mandato del comité de notables, nadie se atreve a hacer pronósticos sobre la siguiente propuesta. Sólo hay dos posibles fórmulas electorales: que IU retire sus listas en esas 14 provincias, a lo que no está dispuesta, o la vía intermedia entre la coalición y esto último, es decir que el PSOE abra sus candidaturas y, aunque no aparezcan las siglas de IU, deje espacio en ellas para algunos de sus miembros, si bien se desconoce qué mayorías se formarían en torno a esta solución.

En todo caso, la Presidencia federal de IU, el máximo órgano ejecutivo, decidió de manera tajante que la organización de Anguita y Frutos se presente en todas las provincias, por lo que parece difícil, si no imposible, que se dé marcha atrás y se retire en algunas de ellas.

Sin embargo, ayer nadie tenía muy claro si esa apertura de listas del PSOE entraría dentro del concepto de retirada que la Presidencia rechazó o no. Los dirigentes consultados tampoco quisieron ser explícitos porque, según uno, "no hay que sacar las cartas antes de tiempo".