_
_
_
_

España se identifica con Camacho

Ante un rival de medio pelo, devaluado por una época decadente y un puñado de ausencias, España no tuvo apenas problemas para seguir plenamente identificada con el espíritu de José Antonio Camacho, que preconiza un fútbol tan sencillo como divertido.A la selección le faltó la chispa de otras veces en alguna fase del primer tiempo, pero mejoró notablemente en el inicio de la segunda parte, sobre todo por la inclusión del valencianista Mendieta, que dio más vida al flanco derecho. Quien no desfalleció ni un solo instante fue Raúl, que se movió frenétiamente desde el primer minuto hasta el último como se se tratara de alguna final. Guardiola, por su parte, respondió con dignidad pese a su inactividad en el Barça y respondió a la confianza de Camacho en este tipo de jugadores especiales. Lástima que el capitán azulgrana acabara el choque antes de tiempo por un fuerte golpe en su tobillo.

ESPAÑA 3 POLONIA 0

España: Molina (Juanmi, m. 85); Velasco, Paco, Hierro, Aranzabal; Etxeberria (Mendieta, m. 45), Guardiola (Engonga, m. 66), Luis Enrique; Valerón (Luis Cembranos, m. 75); Raúl y Urzaiz (Salva, m. 68).Polonia: Majdan; Majak, Zajak (Kaliszan, m.60), Zielinski, Zewlakow, Krzynowek; Michalski, Czerwiec, Iwan (Kaczorowski, m.66); Gilewicz (Bizacki, m. 75) y Kryszalowicz (Zurawski, m. 53). Goles: 1-0. M. 15. Raúl intercepa un pase de la defensa polaca, se la acomoda cerca de la medialuna del área y dispara desde allí a gol, colocado y a media altura. 2-0. M. 54. Urzaiz cabecea picado, cerca del primer poste del portero rival, un centro de córner de Guardiola. 3-0. M. 57. Urzaiz remacha sin oposición tras un remate de Raúl que repele el portero tras un centro desde la banda izquierda de Aranzabal. Árbitro: Eric Poulat (francés). Amonestó a Kaliszan. Unos 15.000 espectadores en el estadio Cartagonova, de Cartagena. Partido amistoso a beneficio de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y de preparación para la Eurocopa 2000. Se recaudaron cerca de 30 millones en taquilla.

Más información
Camacho zanja sus amenazas de dimitir antes de la Eurocopa

En medio de la polémica entre Camacho y el Real Madrid, se pronunciaron los dos madridistas en el campo, Raúl y Hierro, a favor del seleccionador, pues se mostraron partidarios ambos del espectáculo desde el primer momento. Si bien España salió sin una brizna de tensión, se la inyectó Raúl en uno de sus arrebatos. Robó el balón en la luna del área y mandó el balón a media altura y pegado al poste derecho. Su decimosexto tanto con la selección. Hierro, a su vez, infundió respeto desde el centro de la defensa, y demostró que sigue siendo un futbolista imprescindible para la selección.

A partir del gol, España comenzó a gustarse. A disfrutar de cada uno de sus ataques, especialmente si surgía de la cabeza de Guardiola o de Valerón. Pero fue una sensación efímera. A los dos creadores de España puede empezar a pasarles factura la inactividad en sus respectivos equipos. La falta de ritmo.

España no anda tan afilada como hace unos meses. Tras el gol de Raúl, vivió unos instantes de euforia, cierto, pero después cayó en un estado letárgico. No dominó como se preveía. Polonia, un rival decandente repleto de suplentes, plantó cara con cierta dignidad.

Ya hace algunos partidos que los interiores no le funcionaron a Camacho: ni Etxeberria ni Luis Enrique salvaron a sus marcadores y alcanzaron la línea de fondo en toda la primera parte, tal y como pretende el seleccionador. Camacho sigue sin encontrar un interior izquierdo ideal: Luis Enrique no se halla demasiado cómodo en tal demarcación, sobre todo porque sus centros con la zurda cuando llega a la línea de centro no son muy precisos. De ahí que tienda a cerrarse y a solaparse con Raúl y Valerón. Ahí falta un zurdo.

Para solventar en parte esta carencia, el seleccionador español sentó a Etxeberria e introdujo a Mendieta. La gente de Cartagena, en cambio, a quien quería en el césped era a su paisano Juanmi, el meta que más para de la Liga. Pero Mendieta entró en juego de inmediato: primero en un centro enroscado hacia Urzaiz; después en un disparo con la zurda tras un pase interior maravilloso de Guardiola.

Profundidad

Mendieta vive una espléndida madurez futbolística y se antoja conveniente aprovecharla. España salió del descanso decidida a meterse definitivamente en el partido y Urzaiz, que tenía hasta entonces una noche bastante patosa, explotó su especialidad: el cabezazo picado a un centro de córner de Guardiola. Poco después, el delantero del Athetic remachó de cerca tras una internada de Aranzabal por la izquierda (por fin una entrada por banda izquierda). Esta es una de las jugadas preferidas de Camacho.

La prueba, en todo caso, servía fundamentalmente para ver la adaptación al grupo de aquellos jugadores que están apareciendo últimamente en el campeonato. El céltico Velasco, por ejemplo, apuntó algunos detalles interesantes: se nota que es un defensa de gran facilidad atacante. Ayer penetró un par de veces con velocidad y criterio por la banda derecha y puso sobre el área varios centros muy precisos. La duda es ver si es ver si defiende tan bien como ataca. El público,

Guardiola reivindicó una vez más su jerarquía en la posición de medio centro y poco después hubo de abandonar el campo por la mencionada lesión en su tobillo izquierdo. Para entonces, el partido ya estaba muy perfilado y ya sólo restaba observar a los debutantes. A Salva, uno de los preferidos de la grada, Camacho le dio 22 minutos. El goleador de la Liga estuvo a punto de marcar tras una triangulación de su equipo, pero fue Raúl quien reclamó la admiración de la gente con una deliciosa vaselina que cruzó demasiado.

Camacho fue generoso con sus chicos y también hizo debutar a Luis Cembranos y al portero Juanmi, recibido por el público de Cartagena como un héroe. Todos se unieron a la fiesta. Porque todos se identifican con el espíritu del seleccionador, que infunde carácter y generosidad en el esfuerzo. Y, al menos por ahora, victorias holgadas y con cierto brillo, aunque los rivales no sean de élite.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_