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FÚTBOL 21ª jornada de Liga

El Sevilla regala puntos

Flaco favor hicieron ayer Sevilla y Celta a los aficionados que se desplazaron hasta el Sánchez Pizjuán para ver el partido. Ambos equipos despreciaron el buen juego, el Celta -al que se le notó la falta de Mostovoi-, aguantando los empujes del Sevilla a la espera de un error de los locales que le diera el partido; y el conjunto andaluz, preso de su propia impotencia. Al final se impuso la lógica de la clasificación, y mientras el sevillista Juan Carlos tiraba por la borda la perseverancia atacante de su equipo con un fallo garrafal a puerta vacía, McCarthy, en su primera y única oportunidad, ponía a cada protagonista en su sitio: el Celta asegurando su puesto en la Liga de Campeones y el Sevilla desprendiéndose en el último puesto de la clasificación.Ni siquiera la buena actuación del portero debutante Olsen -que paró un penalti a Karpin- evitó el desatino del Sevilla, cada vez más abocado a un destino que ya ni los más optimistas parecen desechar.

SEVILLA 0 CELTA 1

Sevilla: Olsen; Marchena, Hibic, Quevedo; Héctor (Víctor, m. 86), Francisco, Tsartas, Nando (Tabaré, m. 57); Jesuli, Juan Carlos y Zalayeta.Celta: Pinto; Velasco, Cáceres, Sergio, Vivas; Giovanella, Makelele; Gustavo López (Celades, m. 90), Revivo (McCarthy, m. 83), Karpin; y Turdó (Hoogemdorp, m. 63). Gol: 0-1. M. 84. McCarthy, que sólo llevaba 20 segundos en el campo, roba el balón y se marcha solo batiendo por bajo a Olsen. Árbitro: Eduardo Iturralde. Amonestó a Quevedo, Jesuli y Marchena, y expulsó por doble amonestación a Velasco. Unos 35.000 espectadores en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán.

El partido pareció seguir el guión escrito por el técnico celtiña, Víctor Fernández. Su equipo se limitó a mantener el orden defensivo y enfriar el partido, buscar el contraataque y dejar que el Sevilla se estrellara una y otra vez contra un muro de jugadores y, por supuesto, contra sí mismo. Los sevillistas erraban continuamente en los pases, se perdían entre el esquema blindado del Celta y ceñían sus movimientos a la horizontalidad para no perder el balón.El Celta dejaba jugar, manteniendo una actitud de superioridad del que se sabe ganador. Entre Giovanella -muy activo todo el partido sin dejar respirar a Jesuli y Tsartas-, Makelele y Karpin tejieron una red en el centro del campo que limitó el juego del Sevilla. El conjunto andaluz, ante tal adversidad, demostró, una vez más, una de sus carencias: no juega por las bandas. Mientras, Revivo y Gustavo López denostaban a la defensa sevillista con continuas incursiones por los laterales.

En tal desbarajuste, Zalayeta demostró muy buenas cualidades con hábiles regates y ganando todos los balones por alto. Intervenciones demasiado puntuales que no tenían correspondencia de sus compañeros.

A nueve minutos del final, Juan Carlos se deshacía en el suelo, incrédulo por mandar el balón por encima de la portería cuando ya había regateado al portero. Un regalo que el Celta no iba a desperdiciar. Posteriormente, el pesimismo que ronda a la afición sevillista tardó cuatro minutos en hacerse realidad en las botas de McCarthy.

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