Agassi gana con el resto al mejor sacador
El primero de los grandes duelos del Open de Australia no se decidió con el saque sino con el resto. Andre Agassi, número uno mundial al final de 1999 y primer cabeza de serie en Melbourne, frenó la envestida del australiano Mark Philipusis, probablemente el mejor sacador del momento, con un resto impecable y le apeó del torneo que más deseaba ganar. Agassi, de 29 años, se impuso por 6-4, 7-6 (7-4), 5-7, 6-3 en 2 horas y 45 minutos y se clasificó para los cuartos de final del primer Grand Slam de la temporada. Su próximo rival será el marroquí Hicham Arazi, que ayer eliminó al francés Nicolas Escudé. Sin embargo, las miras del de Las Vegas están ya puestas en las semifinales, donde teóricamente deberá enfrentarse a su compatriota Pete Sampras.Philipusis constituía el puntal básico en que los australianos habían asentado sus opciones de ganar su open por primera vez desde que Mark Edmonson se proclamara campeón en 1976. Todo el entorno se había preparado para allanar el camino del héroe que devolvió la Copa Davis a Australia. Y a los organizadores no pareció ni siquiera importarles el alud de críticas recibidas por parte de todos los jugadores por los cambios introducidos en las pistas, que las han convertido en mucho más rápidas. La cuestión básica era conseguir que Philipusis pudiera ganar con el saque, que restar fuera prácticamente imposible.
Sin embargo, todos esos esfuerzos sufrieron ayer un revés irreversible. Philipusis mantuvo un nivel de servicio impresionante, al igual que en sus partidos anteriores. Pero chocó contra el mejor restador del mundo, y no pudo evitar la derrota. La estadística arroja datos esclarecedores respecto a lo que ocurrió en el partido. Philipusis colocó un 52% de sus primeros servicios, mientras que Agassi le superó en este sentido, 69%. Y a pesar de ello, el australiano conectó 25 aces por sólo 8 del americano. Sin embargo, la clave estuvo en que Agassi sacó un gran rendimiento de las bolas de break de que dispuso, y Philipusis, no. Mientras el estadounidense rompió el saque de su rival tres veces (sólo en un juego tuvo break-point y no lo ganó), el australiano dispuso de nueve ocasiones en las tres primeras mangas y sólo logró dos breaks, ambos en la tercera, la única que ganó.
Eso no significa que Philipusis sacara mal en los momentos importantes. Al contrario. Lo que significa es que Agassi se sacó de la manga algunos restos imposibles y el australiano, no. Resultó impresionante ver al estadounidense conectar restos ganadores sobre saques que le llegaban a 205 kilómetros por hora, 203 y 195. Y mejor aún fue ver como un saque malo de Philipusis a 216 fue cogido a botepronto por Agassi y rechazado al otro lado de la pista como un auténtico obús.
Eso es lo que rompió el partido. Porque lo realmente difícil cuando uno se enfrenta a un sacador como Philipusis es poder jugar los puntos. Y el estadounidense lo logró, y obligó al australiano a unos niveles de peloteo que mentalmente no estaba preparado para soportar.
"Me sorprendió la solidez con que se desenvolvió en los peloteos", reflexionó Agassi, que contó con la compañía de Steffi Graf en la grada. "Cuando juegas contra un pegador del calibre de Mark siempre cuentas con que te regalará algunos puntos por los riesgos que toma. Ayer, Philipusis, que recibió la visita de Ana Kurnikova en su palco entrado ya el tercer set, cometió 55 errores no forzados, 30 más que Agassi. Pero logró 64 golpes ganadores incluyendo los de saque, 29 más que el americano.
"Lo que más increíble me parece es que Agassi esté jugando el mejor tenis de su vida a los 29 años", señaló Philipusis. "Es el que pega la bola con más perfección de todas las personas que conozco. Obviamente, no es el mejor rival que puedes encontrarte en los inicios de un torneo". Sin Philipusis, al tenis australiano le queda una única opción: Lleyton Hewitt, la revelación de año a los 18 años. "Se enfrenta a Magnus Norman. Tiene un camino duro", asevera Philipusis, "pero tiene ya motivos para estar muy satisfecho de la forma como está jugando".
La jornada se completó con las victorias de Pete Sampras sobre Slava Dosedel en cuatro mangas, y del que será su rival en cuartos de final, su compatriota Chris Woodruff, que apeó al británico Tim Henman, 11º cabeza de serie. En el cuadro femenino, el duelo entre la estadounidense Lindsay Davenport y la rusa Ana Kurnikova concluyó con una clara derrota de la rubia pupila de Eric Van Harpen por 6-4, 6-3 en 1 hora y 10 minutos. Davenport jugará en cuartos de final la francesa Julie Halard. Jeniffer Capriati, que ayer derrotó a Patty Schnyder y alcanzó sus primeros cuartos de final de un Grand Slam desde 1993, se enfrentará a Ai Sugiyama, que eliminó a la francesa Mary Pierce, 4ª cabeza de serie.
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