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Entrevista:MÓNICA SÁNCHEZPERIODISTA

"Hay que velar por los fines sociales de la prensa de calle"

Lo suyo es el periodismo de calle. Pero no porque se pase el día a la intemperie en busca de la noticia, sino porque su trabajo va dirigido a mejorar las condiciones de las personas sin hogar. Mónica Sánchez, una madrileña al borde de la treintena, dejó hace un año su trabajo como correctora de estilo de una editorial para ayudar a sacar adelante la revista También Contamos, una publicación con cuya venta por las calles se pretende ofrecer una salida a ciudadanos que han caído en la indigencia. El proyecto, apoyado por la Comunidad de Madrid y avalado por la Asociación Pro Derechos Humanos, tiene una finalidad social; por eso, en mayo de 1999, sus promotores abrieron El Rincón del Encuentro, un espacio de reunión en la calle del Acuerdo, 20 (Centro), para personas sin hogar y todos aquellos que quieran acercarse por allí. La experiencia de estos ocho meses de teatro, literatura, tertulias y fiestas la han recogido, bajo la batuta de Mónica, en el libro Miradas para el encuentro, presentado ayer.Pregunta. Ustedes abrieron El Rincón para que personas en una situación difícil compartieran actividades con los vecinos de la zona. ¿Lo han conseguido?

Respuesta. A medias. El local ha tenido buena acogida entre los vecinos, pero todavía les cuesta mucho entrar y sumarse a nuestras tertulias, proyecciones o talleres.

P. ¿Qué es lo que más le ha impresionado de estos meses?

R. Sobre todo, ver cómo personas que venían con gran desconfianza, que ni te dirigían la palabra, han ido abriéndose poco a poco.

P. No todo el mundo cambia un trabajo en una editorial por otro en una pequeña revista con fin social.

R. Empecé como voluntaria y me impresionó la gran humanidad de la gente que me encontré en este proyecto.

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P. ¿Tienen futuro las revistas de calle?

R. Yo creo que sí, que son una buena alternativa para personas en situaciones de marginación, porque ofrecen una salida económica temporal y, además, acercan a los servicios sociales a quienes están muy alejados de ellos. Su éxito se ve en países como el Reino Unido u Holanda. En España, el público se volcó con revistas que luego han demostrado ser más un negocio que un proyecto social, y eso ha creado desencanto.

P. ¿Cómo se puede evitar que se camuflen como sociales proyectos lucrativos?

R. Con transparencia. Hacen falta auditorías que velen por que, en el caso de que haya beneficios, se reinviertan en el colectivo de los sin hogar. Hay que asegurar los fines sociales de la prensa de calle.

P. ¿Cómo eligen los contenidos de cada número?

R. Hay que hacer malabarismos. Por un lado, tenemos que denunciar situaciones que sufren las personas sin hogar; pero, por otro, necesitamos que el público compre la revista, porque de eso viven los vendedores, y si hacemos números muy amargos es más difícil.

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