Un etarra augura en un juicio que la "lucha armada" seguirá

El etarra Kepa del Hoyo Hernández, para quien la fiscal pide 23 años de cárcel por intentar matar a un policía nacional en 1997 en Bilbao, declaró ayer en el juicio que se sigue contra él en la Audiencia Nacional que "la lucha armada continuará mientras no se dé solución a la libertad de Euskal Herria". Luego abandonó la Sala. En esa misma instancia judicial comenzó a ser juzgado también ayer Juan Lorenzo Lasa Michelena, Txikierdi, para quien el fiscal pidió 68 años de cárcel, según el nuevo Código Penal, o 74, en virtud del anterior, por un atentado cometido en 1983 en Villafranca de Ordicia (Guipúzcoa), en el que un guardia civil murió y otros dos resultaron heridos. Kepa del Hoyo, acusado de un delito de asesinato en grado de tentativa por la colocación de una bomba lapa en los bajos del coche de un policía, reconoció su acción y su pertenencia a ETA. La fiscal pide además una multa de 720.000 pesetas y una indemnización de cinco millones para el policía que iba a sufrir el atentado. El agente se libró de él porque fue avisado por la Ertzaintza una vez que Del Hoyo reivindicó mediante una llamada telefónica su colocación y porque no utilizó ese día su vehículo al encontrarse de vacaciones.

En cuanto al juicio a Txikierdi, a quien el fiscal considera responsable del comando Gipuzkoa en esa época, el etarra siguió la actitud habitual de los miembros de ETA en los juicios: forzó su expulsión de la sala golpeando los cristales blindados y afirmó que no quería participar en esa "farsa". Su abogada añadió que Lasa Michelena sólo reconoce la competencia "del pueblo vasco" para juzgarle.

Por otra parte, el juez Baltasar Garzón ordenó ayer el ingreso en prisión de los dos etarras expulsados por México el domingo, Miguel Santiago Izpura García y Josu Gotzon Larrea Elorriaga. Además, en París fue encarcelado Txomin Partarrieru, detenido el viernes en Bayona en relación con el robo de explosivos en Bretaña.