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BALONCESTO Liga ACB

Menos canastas que nunca

Robert Álvarez

El raquítico tanteador que selló el Barcelona ante Estudiantes dejó, el sábado, un sabor agrio en el aficionado al baloncesto. Los 45 puntos que sumó el vigente campeón y uno de los claros favoritos al título ya en juego de la Liga ACB instalaron en una sensación de perplejidad a quienes siguen el torneo, abrieron un debate en el seno del equipo azulgrana y pusieron en evidencia una conclusión estadística: cada vez hay menos canastas, por supuesto hablando siempre de los tiempos modernos, desde que en 1983 la Asociación de Clubes profesionalizó el campeonato.Si en 1987 un espectador podía acudir a una cancha de baloncesto con la esperanza de ver cómo se sumaban 179 puntos, hoy por hoy la media por partido se sitúa en 146. Son 33 puntos menos. Una diferencia abismal. La calidad de los jugadores ha aumentado, de eso no cabe duda a pesar de que se pueda echar de menos a un puñado de figuras como Epi, Fernando Martín -aunque estuvo aquel año 87 en Portland-, Sibilio, Corbalán, Margall o Rusell. Y la puntería tampoco se ha perdido porque esta temporada sólo en los tiros de dos se está un tanto por debajo de años anteriores: 51% de acierto contra el 52 o 53% de otras veces. Se ha producido un descenso espectacular en los intentos de lograr canastas: se está tirando 112 veces por partido (80 tiros de dos y 32 de tres), mientras que hace cuatro años se intentaba anotar 121 veces (91 lanzamientos de dos y 30 triples). Ha aumentado, por contra, el número de faltas personales y por lo tanto de tiros libres con las interrupciones que ello provoca.

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El inicio de la década de los noventa marcó un punto de inflexión en el tipo de baloncesto que se jugaba en Europa e incluso en en la NBA. Llegaron al viejo continente las enseñanzas de la dureza defensiva que aplicaron los Pistons de Detroit gracias a la cual los bad boys lucieron los anillos de campeones en 1989 y 1990. Pero aquello no era nada. Lo peor estaba por llegar, la supeditación absoluta a la victoria sin importar los medios. Así, a base de defensa y posesiones llevadas al límite, fue como Maljkovic condujo al triunfo a un equipo de segunda fila como el Limoges en la final de la Copa de Europa de 1993. Los franceses derrotaron por 59-55 al Benetton de Toni Kukoc. Desde 1960 ningún finalista europeo había dejado de sobrepasar los 60 puntos. Aquella tendencia hacia estrategias en la que la defensa prima sobre el ataque alcanzó su máxima expresión en la final de la Euroliga de 1998: Kinder, 58; AEK, 44.

La Liga española se apuntó a la moda pero sin tantas estridencias. El Barça se había distinguido por una robustez defensiva superior a la de sus rivales. Pero la defensa no era precisamente el punto fuerte del baloncesto español. El Barça mantenía unas constantes con un juego ofensivo muy estimable. Pero después de tocar fondo con la mínima anotación del campeón y la constatación de que no ha habido temporada con menos canastas que la actual, la esperanza está puesta en las nuevas reglas que entrarán en vigor el próximo curso: 24 segundos de posesión y el balón deberá cruzar la línea de medio campo en ocho segundos. Pero si los técnicos se empeñan, toda variación reglamentaria será insuficiente.

Ocho títulos de Liga en once años al frente del primer equipo le dan a Aíto García Reneses un crédito sin límite en el Barcelona. Es innegable que, con otro entrenador y en una situación similar a la actual, la crisis apuntaría directamente al banquillo. Con Aíto no.

Pocas veces se había tensado tanto la cuerda como este año en el que la actuación del equipo azulgrana en la Liga está siendo lamentable. Impecable en Europa, donde la importancia del primer tramo es tan relativo como el de la Liga ACB, el Barça ha cosechado derrotas de lo más inesperadas ante rivales de medio pelo como el Breogán (90-66, un récord negativo), Gijón (79-69) o Cantabria (81-80).

Pero nada tan lamentable como lo ocurrido ante Estudiantes. 45 puntos metió el Barça, una miseria con el agravante de que, en el minuto 15, había anotado ya 24 puntos (9-24) por lo que en los últimos 25 minutos sumó 21 puntos. Un récord negativo que el propio Aíto decía no recordar y que iguala la peor marca de la historia de la ACB, que estaba en poder del Caja San Frenando, que perdió la pasada temporada 70-45 ante el Gran Canaria.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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