Osasuna resiste sus tres goles en Valencia y elimina al campeón

VALENCIA 2 OSASUNA 0Valencia: Cañizares; Angulo (Sánchez, m. 77), Djukic, Björklund, Carboni; Farinós, Gerard, Kily González; Mendieta; Piojo (Vlaovic, m. 68) e Ilie.

Osasuna: Sanzol; Cruchaga, Mateo, Yanguas, Aitor; Alfonso, Alex, Alfredo (Arpón, m. 75); Palacios, Markovic (Angel Luis, m. 60); y Ziganda (Treziac, m. 73).

Goles: 1-0. M. 8. Mendieta, de penalti cometido sobre él mismo.

2-0. M. 56. Farinós, en tiro cruzado y a media altura desde el pico del área derecha.

Árbitro: Prados García. Expulsó a Aitor (m. 90) con tarjeta roja directa. Mostró cartulinas amarillas a Alfonso, Gerard, Angulo, Mateo, Yanguas, Alfredo, Alex, Kily,

Unos 20.000 aficionados en Mestalla, decepcionados al final con la eliminación.

Cayó el campeón. Sendos buenos arranques de cada parte dejaron al Valencia con la miel en los labios, a punto de igualar una eliminatoria que Osasuna había puesto muy franca en El Sadar (3-0). A Osasuna le bastó una primera parte muy aseada y una segunda agónica para seguir en liza. Al final, el árbitro cobró un protagonismo indeseable al no señalar unas claras manos en el área visitante, y sí pitar a continuación un penalti inexistente del Kily González a Alfonso en el área local. Cañizares detuvo el penalti e inmediatamente a punto estuvo en la otra área de empatar la eliminatoria, pues había ido a rematar un córner. Pese a la eliminación, la gente quedó medianamente satisfecha con la entrega de su equipo, que pagó su absentismo en el choque de ida. Osasuna, por su parte, se empleó a fondo, con nobleza y calidad según el momento, al punto de eliminar al actual campeón.

Si uno esperaba a un Osasuna vulgar y agónico, que defendería la ventaja colgado de su larguero, se equivocó de plano. Seguramente porque desconocía a este equipo que dirige Lotina, un conjunto apañado que, pese a estar a mitad de tabla en Segunda, juega un fútbol de Primera. Sobre todo en su medio del campo, lleno de futbolistas bien pertrechados técnicamente. Las diagonales largas y profundas de Alex y los regates cortos del diminuto Alfredo fueron lo más estético del primer tiempo. Valga como referencia que Osasuna no tiró ni un solo pelotazo en toda la primera parte.

El Valencia, sí. Sigue abusando del balonazo. Y eso que el grupo de Cúper destapó el partido con mucha determinación: quería borrar de un plumazo la mansedumbre con la que había actuado días antes en Zaragoza. Un portentoso Mendieta se puso a dirigir el zafarrancho. Sobre todo por la izquierda, donde se juntaron el Kily, Ilie y el Piojo, y empezaron a triangular con precisión. El Valencia planteó un partido febril. Pero Osasuna tampoco se descompuso. Respiró hondo y confió en sus fuerzas. Y aguantó.