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Anguita abandona la primera línea de IU marcando las pautas para el futuro

Carlos E. Cué

El coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, hizo pública ayer una carta en la que, tras anunciar su intención de no figurar en ninguna candidatura, hace una especie de testamento político en el que marca claramente las pautas que deberá seguir esta fuerza en el futuro. Anguita asegura en su misiva, carente de autocrítica, que se dispone a dedicar todo su esfuerzo a buscar el "relanzamiento" de IU con la preparación de la asamblea que marcará su sucesión. También gestionará la "búsqueda de [las] personas" que dirigirán IU.

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Anguita no será diputado, pero no tiene ninguna intención de abandonar el liderazgo de IU antes de la próxima asamblea de la coalición, que marcará su sucesión. Por eso el documento, aunque se encarga de recordar que lo que allí se refleja no es más que "una serie de opiniones y reflexiones", tiene un tono constante de indicación tajante de lo que tiene que hacer esta fuerza a partir de ahora y, sobre todo, aunque no se llega a citar expresamente, tras el previsible fracaso en las próximas elecciones generales.El texto no contiene ninguna frase autocrítica. A la hora de valorar el trabajo realizado y los frutos obtenidos, Anguita muestra una particular visión del concepto de éxito o fracaso en política, en la línea de lo que ha defendido en los últimos años. Con preguntas que él mismo se responde o deja en el aire de manera retórica, Anguita opina que "unos resultados electorales son fácilmente medibles o cuantificables", pero lo que él considera importante es la valoración en cuanto a la coherencia del discurso. "Otra cuestión es si el éxito o fracaso se mide exclusivamente por el reflejo de las conciencias de los estados de opinión pública perfectamente conformados por los poderosos medios de comunicación", continúa el líder de IU, abundando en su vieja teoría de la manipulación informativa que impide a los ciudadanos apoyar las tesis de IU.

La coalición necesita, según Anguita, ser "relanzada desde su apuesta original". Pero éso sólo se puede hacer, según el coordinador general, basándose en los criterios que él considera fundamentales. Uno de ellos es el de que la política para IU no debe ser el "arte de lo posible", como lo es para otros partidos, sino precisamente "el arte de lo imposible". La "otra forma de hacer política" de IU se tiene que destacar situando en primer plano "los valores y la ética" y la defensa de los derechos humanos. Toda la carta tiene un tono grandilocuente, sin concreciones, y recurre a las consabidas teorías de la defensa del programa "como garantía de acuerdo entre distintos". Hay otros ejemplos de lenguaje críptico al definir el uso que de las insitituciones debería hacer IU: "Afirmación como gobierno y gestión mejores y más accesibles al ciudadano", y "negación como reparto de poder. Descentralización y socialización del Saber. Conexión capilar entre la institución y las organizaciones sociales". Toda esta parte se resuelve con apartados, negritas, y destacados, como si fuese una guía de campaña.

Ni una frase merecen los temas más candentes en IU, como su difícil situacíón ante el previsible desastre electoral o los posibles acuerdos con los socialistas tras las generales. Aquí se ve la intención de Anguita de proyectarse más allá de las elecciones de marzo para marcar desde ya el futuro de IU. Y una útima frase para dejar bien claro el objetivo último: "La construcción del socialismo".

La decisión de Anguita dominó ayer la reunión de la Presidencia de IU, pese a que la carta no fue distribuida hasta el final y ni siquiera se discutió su contenido. Ya en la rueda de prensa posterior, el nuevo cabeza de lista, Francisco Frutos, reconoció que con la renuncia de Anguita "se cierra una etapa", aunque defendió que eso es algo normal en una fuerza política y que lo importante es lograr que la que se abre ahora se haga "con más brío si cabe".

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Frutos aprovechó para responder al líder del PSOE, Joaquín Almunia, quien había opinado que la salida de Anguita hace desaparecer los "elementos personales" que complicaban las relaciones entre ambas fuerzas. Para Frutos, los posibles acuerdos entre PSOE e IU no dependerán "de las químicas y simpatías personales", sino de la negociación de propuestas políticas.

[La federación vasca de IU celebrará el 27 de enero un referéndum para decidir su salida o permanencia en el Pacto de Lizarra, informa Europa Press.]

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