El consejo de Telefónica discutirá mañana una profunda reordenación de la compañía

El Consejo de Administración de Telefónica se reunirá mañana, dos semanas antes de la fecha habitual para su cita, con el fin de analizar, entre otras cosas, la situación en la compañía tras la dimisión de su vicepresidente, Javier Revuelta, y la polémica de los sobresueldos para directivos. El consejo debatirá una remodelación del organigrama y el nombramiento de un consejero delegado, cargo para el que se baraja el nombre de José María Abril, responsable de las inversiones industriales del BBVA y, por tanto, de la confianza del núcleo estable de Telefónica.

El Consejo de Administración de Telefónica tiene carácter extraordinario, porque se ha convocado dos semanas antes de la fecha habitual -se celebra el último jueves de cada mes- y es el último antes del día previsto para que un grupo selecto de 100 directivos, entre ellos su presidente, pueda cobrar los sobresueldos pactados hace tres años. La fecha para poder ejecutar las opciones sobre acciones (stock options) es el 25 de febrero, y, según la nueva legislación, este tipo de retribuciones, que sobrepasa ya los 50.000 millones de pesetas, debe ser aprobado por una junta de accionistas antes de cobrarse.Por eso, uno de los asuntos que se tratarán en el consejo de mañana, miércoles, es el adelanto de la junta general de accionistas a los primeros días de febrero e incluso la convocatoria de una asamblea con carácter extraordinario para buscar exclusivamente el refrendo al plan de opciones.

Los miembros del núcleo estable de Telefónica (BBVA y La Caixa) prefieren una junta sin convulsiones, en la que el debate de las stock options no se convierta en tema de escándalo; sin embargo, Juan Villalonga ve en una convocatoria extraordinaria, con el acceso de los pequeños accionistas limitado y el apoyo del núcleo estable pactado de antemano, la posibilidad de convertir la asamblea en un referéndum a su controvertida gestión en Telefónica. La junta general se celebra habitualmente en marzo.

Otro de los temas que va a tratar el consejo es la remodelación del organigrama que diseñó el ex vicepresidente Javier Revuelta, que dimitió el pasado mes de diciembre. La salida de Revuelta se produjo unos días después de la marcha de Pedro Pérez, otro de los hombres que contó con la confianza de Villalonga. Fuentes de la compañía señalan que ambos están muy próximos al PP, y que lo que ha pretendido Villalonga, amigo personal del presidente Aznar, es dar la imagen de una gestión menos politizada y más profesional para evitar que la polémica de las stock options perjudique al Gobierno en las elecciones.

Para apoyar esa imagen, el presidente de Telefónica habría sondeado al núcleo estable e incluso estaría dispuesto a aceptar el nombramiento de un consejero delegado, un número dos con plena capacidad de decisión, que podría asumir incluso las negociaciones para una fusión de Telefónica con otra empresa del sector. Entre los candidatos se barajan los nombres de Luis Martín de Bustamante, consejero delegado de Telefónica de España, con el apoyo de Villalonga, y el de José María Abril, responsable de participaciones industriales del BBVA y, por tanto, con el respaldo del núcleo estable. Su candidatura gana metros ahora que el BBVA y Telefónica han estrechado sus relaciones a través de Terra con acuerdos a los que se podría sumar La Caixa, pero choca con razones de carácter personal.

En ese marco, también se va a plantear la remodelación del organigrama que diseñó Revuelta. El plan es reducir ahora el grupo de siete a tres líneas de negocio -fija, móviles y nuevas tecnologías- que absorban los activos internacionales de sus áreas respectivas. Con la remodelación tomará protagonismo la actual Telefónica Media, que asumirá las actividades de Internet (ahora en Terra). Fuentes del grupo señalan que la remodelación no se cerrará a corto plazo.Esas mismas fuentes aseguran que el consejo también estudiará la ampliación de capital prevista para que el fondo Hicks, de EEUU, tome el 3%.