Reflexión
Ataviada de información marcho todas las mañanas hacia mi oficina, información que va in crescendo a medida que transcurre el día. Me he dado cuenta que únicamente alimento mis ojos y mis oídos con espantosas imágenes y con espantosas palabras que me están pidiendo reflexión. Recuerdo que hace unos años cualquiera de las imágenes que por desgracia ahora observo continuamente, me hubiera hecho interrumpir mi comida o mi cena, provocándome grandes trastornos. Ahora no me ocurre eso, al parecer es tan enorme el abordaje diario de desgracias que se presentan ante mis ojos, que mis sentidos empiezan a aceptarlo, provocando en mi persona cierta sequía de sentimientos. He reflexionado mucho, y siguiendo por este camino, creo que voy a quedar deshumanizada, o quizás debería decir inmunizada, no lo sé, pero ante tal caos he decidido olvidarme de la televisión.He decidido seleccionar yo mi propia información en la prensa y en la radio donde no me obligan a deshumanizarme cuando la busco. Es muy triste estar viendo día a día una información centrada en víctimas, en cuerpos mutilados, en mini-viviendas de papel que daban cobijo a numerosas familias y que ahora vemos en televisión por ser víctimas de catástrofes mayores que se ven venir y donde en apariencia los únicos culpables son los fenómenos atmosféricos. A continuación nos asaltan con las enormes cantidades de alimento, cantidades que suavizan nuestra conciencia para que pensemos que estamos poniendo punto y final al sufrimiento de esas personas. ¿Por qué nadie nos habla de qué medidas de prevención se van a tomar para evitar ese tipo de desastres? Eso es simple y llanamente lo que queremos escuchar. ¿Por qué celebramos la entrada en el año 2000 y nos deseamos todo lo bueno, cuando sabemos perfectamente que no hemos hecho nada en los años anteriores para que eso sea así? ¿Por qué vamos a desear a los damnificados de Venezuela que puedan en un futuro próximo tener unas viviendas decentes, es decir, que les toque la lotería cuando sabemos que no tienen boleto? ¿Por qué no apartamos ese tupido velo de la falsedad para que algún día podamos desear lo mejor, porque realmente se esté trabajando por ello? Me consuela pensar que hablo en nombre de millones de personas que se hacen mi misma reflexión.- .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.