"Fue como un chispazo de luz en el cielo"

El paisaje que quedó ayer en la estación de Asta era desolador. Anoche, dos vagones continuaban ardiendo sobre un fondo nevado, mientras algunos pasajeros seguían cerca de la zona del siniestro. Unos 50 supervivientes sin heridas graves, solamente con leves contusiones por el choque, fueron trasladados a un hotel cercano para que descansaran."Todo parecía normal. Nadie nos avisó de nada antes del estallido", relataba el pasajero Robert Ulriksen, de 39 años, a la cadena de radio NRK. "El estallido vino como un chispazo de luz en un cielo claro. Yo salí disparado y me golpeé la rodilla con el asiento de enfrente. Cuando conseguí ponerme de pie, me di cuenta enseguida de que era grave, porque el tren había volcado y reposaba sobre un costado. Equipajes y pasajeros estaban esparcidos a nuestro alrededor, en los pasillos. Aunque se escuchaban algunos quejidos, no cundió el pánico".

El peor accidente de trenes de Noruega tuvo lugar en 1975 en Tretten, en la misma línea de ayer, pero más al norte. Un total de 27 personas murieron entonces por lo que, de confirmarse la muerte de los 30 desaparecidos, éste sería el peor de la historia de este país. Algunos desaparecidos tal vez resultaron ayer ilesos y abandonaron el lugar sin informar. Después de recuperar siete cadáveres, los bomberos informaron de que habían encontrado más, pero sin especificar su número.