Dos maneras antagónicas de aprovechar un oro

Hay oros que brillan y otros que parecen desteñirse, como si hubiera campeones del mundo de primera y de segunda categoría. Las selecciones españolas juveniles de fútbol y baloncesto consiguieron en el año 99 firmar la mejor actuación de su historia, y de la historia de sus mayores, al ganar el Mundial, pero mientras muchos de los baloncestistas que se colgaron la medalla de oro pintaron de ese metal su futuro, la mayoría de sus colegas del fútbol aún esperan una mínima oportunidad.Nueve de los 12 jugadores que se proclamaron en Lisboa campeones del mundo de baloncesto han jugado esta temporada en la ACB. Sólo cinco de los 17 que se trajeron de Nigeria el oro en fútbol han hecho lo propio en la Primera división. Aún es más, de estos últimos sólo el sevillista Marchena es imprescindible en su equipo, mientras al menos cuatro jugadores de la ACB (Raúl López, Navarro, Felipe Reyes y Gasol) presumen de tal condición en la máxima categoría del baloncesto español.

Juan Carlos Navarro tiene 19 años y hace dos que juega en el Barcelona, donde promedia 7,2 puntos en los 18 minutos que suele actuar. Navarro fue el jefe indiscutible de aquel grupo de jugadores que se colgó al cuello la única medalla de oro mundial que posee el basket español. Los especialistas del mundo entero le rindieron pleitesía y le colocaron en el quinteto ideal del campeonato disputado en Lisboa, además de proclamarle jugador más valioso de la final, en la que España ganó a la mismísima selección de Estados Unidos.

La proyección de Navarro, conocido como La Bomba, ha sido tal que hasta el seleccionador absoluto, Lolo Sainz, ya cuenta con él. "No se trata de exagerar sobre Navarro" afirma Lolo, "pero lo cierto es que se trata de un jugador que reúne todas las condiciones para ser un grande. Es descarado, intuitivo y creativo. Y el futuro es suyo, pero también lo es de Raúl López, Gasol, Felipe Reyes o Gabriel, que lo tienen todo para triunfar".

Y que están triunfando. Los números llenan de razón al seleccionador. Raúl López es indiscutible en el Joventut, donde ha actuado en los 17 partidos de Liga disputados, con una media de 22 minutos y más de nueve puntos por encuentro. También Estudiantes ha contado siempre con Felipe Reyes, que ha aprovechado a lo grande la oportunidad que se encontró con el adiós de Iñaki de Miguel. La última sensación del campeonato se llama Pau Gasol, mide 2,08 metros de altura y se ha hecho un hueco entre las estrellas del Barça. Lolo Sainz no se atreve a asegurar que estamos ante una de las grandes generaciones del baloncesto español, "pues siempre las ha habido buenas", pero no descarta que los Navarro y compañía sigan haciendo historia.

Como la hicieron sus colegas del fútbol, aquellos que se trajeron el oro del Mundial de Nigeria. Pero la comparación resulta odiosa. Sólo cinco de los 17 jugadores que estuvieron en aquel campeonato han actuado esta temporada en Primera. De ellos, únicamente el sevillista Marchena es indiscutible. Se dice que en él se ha fijado Beckenbauer, presidente del Bayern Munich. En quien seguro que no se ha podido fijar es en Jusué, que formara pareja defensiva en aquel Mundial con Marchena. Hoy, Jusué juega, cuando puede, en el filial de Osasuna, en Segunda B.

También Casillas y Xavi han tenido sus oportunidades. Casillas ha pasado de ser el tercer portero del Madrid a ser el primero, por mor de la lesión de Illgner y el bajo rendimiento de Bizarri. Xavi, en el Barça, se ha econtrado con la sorprendente decisión de Van Gaal de sentar a Guardiola para hacerse un hueco en el once titular. No ha conseguido lo mismo su compañero de equipo Gabri, el jugador que, al regreso de Nigeria, le gritaba a quien corresponda aquello de "merecemos una oportunidad", ni Barkero, jugador de la Real Sociedad.

Para Iñaki Sáez, el seleccionador de la España sub 20, el asunto no es tan negativo como parece a primera vista. "Es evidente que a muchos entrenadores les cuesta arriesgar con la gente joven", explica Sáez, "pero hay un hecho que se está olvidando: hace dos años, los jugadores que estaban conmigo en la sub 21 no eran titulares en sus equipos. Pero los que están hoy sí lo son. Por ejemplo, Farinós, Capdevila, Tamudo o Gerard. Quizá eso signifique que de aquel título mundial no se benefician quienes lo consiguieron, sino la generación un año mayor. Lo que me parece desesperante es que algunos equipos hayan fichado a jugadores que participaron en aquel Mundial con otras selecciones. Quizá se olvidan de que la campeona fue España".