Javier Revuelta dimite como vicepresidente de Telefónica y deja la empresa "voluntariamente"
Telefónica anunció ayer, mediante un comunicado, que el vicepresidente ejecutivo de la compañía, Javier Revuelta Peral, ha decidido "dar un giro a su carrera profesional" y abandonar "voluntariamente" todas sus funciones en el grupo. Revuelta, abogado del Estado de 42 años, desempeñó en Telefónica los cargos de secretario del consejo, consejero delegado y vicepresidente. Un portavoz de Telefónica aseguró ayer que la salida de Revuelta se ha realizado con un "acuerdo favorable para ambas partes", que se extiende a los incentivos ofrecidos en su día al ya ex directivo.
Revuelta escaló rápidamente posiciones en la dirección de Telefónica desde 1996. Fue nombrado vicepresidente ejecutivo de la compañía (Telefónica tiene otras tres vicepresiencias no ejecutivas) a mediados de 1998. Desde hace unos meses, se le atribuían diferencias de criterio con Juan Villalonga. Revuelta, además de abandonar el cargo de vicepresidente ejecutivo, abandona también la vicepresidencia de la comisión delegada de la compañía, así como la vicepresidencia del comité ejecutivo.Con la salida de Revuelta de la compañía, Villalonga prosigue con lo que ya es una característica de su gestión: la rotación, casi permanente, de directivos. De hecho, en este mes de diciembre, dos altos cargos del grupo que desempeñaron tareas clave en momentos delicados para la compañía han abandonado sus puestos: el propio Revuelta y el presidente de Vía Digital, Pedro Pérez, que el pasado día 15 anunció que había pedido a Villalonga su relevo al frente de Vía Digital y su dimisión como consejero de las diferentes sociedades del grupo en las que estaba presente.
La salida "voluntaria" de Revuelta confirma, en cierta forma, las predicciones que fuentes internas de la compañía adelantaron a raíz de que saltara el escándalo de los incentivos multimillonarios para directivos diseñados por Villalonga para, supuestamente, premiar la fidelidad de su personal de confianza. A finales de septiembre, efectivamente, las fuentes mencionadas aseguraban que cuando se acercara el vencimiento de las opciones sobre acciones (stock options) -25 de febrero- habría más movimientos.
Fuentes oficiales de la compañía aseguraron ayer que el "acuerdo favorable para ambas partes" con el que se ha resuelto la salida de Revuelta "no tiene flecos". Ello supone que los detalles del acuerdo incluyen también los incentivos que le corresponden al ex directivo por el cargo desempeñado y aún no se han hecho públicos.
Opciones
La polémica de los incentivos a los directivos de Telefónica, que provocó un escándalo por su cuantía (más de 50.000 millones a repartir entre 550 directivos de la matriz y de sus filiales, en metálico y en un plazo de diez días tras su vencimiento); por la escasa información proporcionada a las autoridades bursátiles -a día de hoy se desconocen los beneficiarios y la cuantía de sus opciones- y por la discreción con la que fueron elaborados -sin proporcionar detalles a los accionistas- acabó con una serie de enmiendas a la Ley de Sociedades Anónimas y la Ley del Mercado de Valores, recogidas en la Ley de Acompañamiento de los presupuestos del 2000.
Con dichas enmiendas, el Gobierno y sus socios parlamentarios trataron de hacer frente al escándalo de las opciones sobre acciones. De acuerdo con las nuevas disposiciones, Villalonga deberá solicitar la aprobación de la junta de accionistas para retribuir a sus directivos -la próxima junta se celebrará previsiblemente en la próxima primavera- e informar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de los pagos.
La salida de Revuelta plantea algunas incógnitas sobre las retribuciones que le corresponden por incentivos. Así por ejemplo, las enmiendas a la Ley de Sociedades Anónimas disponían que el presidente de Telefónica, su vicepresidente ejecutivo, Javier Revuelta y el consejero-delegado de la filial Terra, Juan Perea, deberían informar de forma detallada de todas sus retribuciones. Los directivos del grupo podían hacerlo de forma agregada. El abandono de Revuelta de sus cargos podría dejarle al margen de esa obligación de información detallada que entrará en vigor el próximo 1 de enero, con la Ley de Acompañamiento.
Según Telefónica, el abandono voluntario del cargo por parte del hasta ayer vicepresidente, no fue tratado en el consejo de la compañía que se celebró la pasada semana. La próxima reunión del consejo se celebrará a finales de enero.
Preguntado por el relevo de Revuelta, el portavoz oficial de Telefónica aseguró que, en principio, el puesto de vicepresidente no necesariamente será cubierto, ya que la creación del cargo respondió, entre otras razones, a las estrechas relaciones qué se daban entre Juan Villalonga y Javier Revuelta.
El ya ex vicepresidente de Telefónica fue uno de los directivos determinantes en la concreción del modelo de empresa que deseaba Villalonga. Participó en la reorganización del grupo en cinco áreas de actividad: Telefónica de España, Telefónica Móviles, Telefónica Internacional, Telefónica Intercontinental y Telefónica Media. Telefónica cerró ayer la sesión bursátil con una caída del 2,79% respecto a la cotización del pasado jueves, a 3.995 pesetas la acción.
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