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LA RUPTURA DE LA TREGUA

Los de Información

"¡Cómo son...!". La expresión, de sorpresa, sobre todo de admiración, es de Santiago López Valdivielso, el director general de la Guardia Civil, y va dirigida a los agentes del servicio de Información. Son ellos -desde su despacho de Guzmán el Bueno, desde una calle del País Vasco o sentados en un restaurante de París- los responsables de los más sonados golpes contra ETA de los últimos 15 años. Desde la caída de la cúpula etarra en marzo de 1992 en Bidart, al sur de Francia, hasta la liberación de Ortega Lara en julio de 1997; desde la detención en París el pasado marzo de José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, el jefe de los comandos ilegales, hasta su última hazaña: librar a Madrid de los efectos mortales de 1.700 kilos de explosivos.La admiración de López Valdivielso fue ayer respaldada por el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y por el secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, quienes, antes de comparecer ante la prensa, se acercaron a felicitar personalmente a los agentes. Luego, Mayor dejó caer que la Guardia Civil -también la policía- se enfrenta ahora a una "nueva filosofía" de ETA, acelerada quizá por la detención de Kantauri. "La organización terrorista", dijo, "se está reestructurando, organizando, a partir de comandos legales [no fichados]; me alegro de que la estrategia le esté saliendo mal".

Más información
Las dos furgonetas bomba de ETA con 1.700 kilos de explosivos iban a estallar a las 19.56

El ministro añadió, no obstante, que la huida hacia adelante de ETA, su afán por atentar a cualquier precio como lo hizo después de la liberación de Ortega Lara, la lleve a cometer cualquier locura. "ETA está dispuesta a cualquier cosa, no tiene límites", avisó con una preocupación no fingida.

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