Calomarde se hace cargo de la vicepresidencia y Morera vuelve a la secretaría del CVC
La última sesión plenaria del Consell Valencià de Cultura (CVC) celebrada ayer estuvo protagonizada por los nombramientos de Joaquín Calomarde, designado consejero por el PP, como nuevo vicepresidente, y de José María Morera (por el PSPV), como secretario, casi dos años después de que abandonara el mismo cargo en beneficio de Manuel Sanchis. Ningún consejero se mostró contrario a los nombramientos propuestos por el presidente del CVC, Santiago Grisolía.Para algunos consejeros designados por los socialistas este último nombramiento ha supuesto una sorpresa. El propio Morera les había manifestado en varias ocasiones su negativa a aceptar el cargo, que protocolariamente le corresponde a la representación socialista. Pero parece ser que Grisolía había barajado la posibilidad sobre todo cuando ningún otro consejero por el PSPV había aceptado su candidatura debido, fundamentalmente, a la falta de tiempo para desarrollar el cargo, que ha de dar fe de todas las actividades del organismo. Morera destacó la unanimidad en los nombramientos y agradeció la confianza depositada en él.
Se esperaba, por el contrario, la designación de Calomarde como sustituto de Xavier Casp (consejero por UV), quien se anticipó a los hechos y dimitió hace unas semanas. Calomarde aludió a la responsabilidad que conlleva desempeñar la vicepresidencia y también agradeció la confianza.
El pleno discurrió por cauces muy tranquilos y apenas generó controversia. Tan sólo la propuesta de que el CVC apoyara la candidatura de Enric Valor al Premio Nobel de Literatura generó algún debate. Grisolía comentó a los consejeros que había recibido una petición de varios ayuntamientos (Alcoy, Carcaixent y Concentaina), respaldada también por la Diputación de Valencia, para que el organismo presentara la candidatura. El presidente señaló que, una vez consultadas las bases del premio que concede la Academia sueca, el CVC no era el organismo adecuado para tal fin, explicación que todos los consejeros aceptaron. Pero, dado el interés mostrado por las citadas instituciones, Grisolía propuso enviar una carta a las mismas comentando las circunstancias y mostrando la "simpatía" de la institución por una iniciativa que incumbe a un valenciano. José Boronat, nombrado por UV, dijo entonces de forma desabrida que no estaba conforme con esa "simpatía". Grisolía propuso presentar un texto en el próximo pleno. También se acordó, a propuesta de Grisolía, enviar una carta a la alcaldesa Rita Barberá con el fin de recoradr la figura de Emilio Castelar.
Por otra parte, el presidente del CVC presentó ayer al titular del Consell, Eduardo Zaplana, la memoria de actividades. Grisolía presentó como retos para el 2000 la protección de la huerta valenciana como patrimonio cultural, el proyecto del Museo Marítimo y el impulso de la Investigación y Desarrollo en la Comunidad Valenciana.
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