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Reportaje:

Una rana en el hospital

Los niños ingresados en el Hospital Infantil Virgen del Rocío recibieron ayer la visita de una rana. Quizá, ésta, asustada por la avalancha de luces y aturdida por el ruido que en estos días inunda la ciudad, no encontró mejor solución para su agobio que refugiarse en la escuela del centro sanitario.Allí, cogida de la mano de la marionetista Mercedes Izquierdo Morales le contó a los niños enfermos una hermosa fábula; "con una gran moraleja", anunció su valedora y artista.

Resulta que Pula Pula, así se llama el citado batracio, llegó un día a una charca y descubrió que no había más ranas que ella. ¡Estaba sola! La serpiente Kalima -"maligna y tramposa", aclaró Merce-des-, había devorado a todas sus semejantes y ahora campaba a sus anchas por las aguas azules del estanque. Pula Pula pretendió hablar entonces con los peces y constituir una alianza para luchar contra el reptil, pero estos nadaban deprisa y no tenían tiempo de escucharla. Pula Pula salió entonces del agua y empezó a croar con fuerza y desesperación llamando a sus semejantes.

Las ranas acudieron en masa y, aprovechando la oscuridad de la noche, enlazaron sus patas, creando una serpiente más grande que Kalima que, al amanecer, al ver a su competidora, huyó despavorida. De esta forma, Pula Pula y el resto de las ranas que vinieron a ayudarle pudieron vivir felices en la charca.

Medio centenar de niños aplaudieron; sus padres, y los abuelos que habían venido a acompañarles, también.

Así concluía el espectáculo; uno más de los actos teatrales que el Comité de la Ilusión, formado por diez trabajadores del complejo sanitario del Virgen del Rocío, ha programado para estas fiestas navideñas. "El objetivo es alegrarles la estancia y hacérsela más corta", explica José Azerrad, uno de los miembros del Comité.

Izquierdo Morales lleva 13 años recorriendo los pueblos andaluces con diversos espectáculos de marionetas. Algunas de las obras de su repertorio han sido ampliamente reconocidas. El Principito, uno de sus últimos montajes, alcanzó el primer premio en la Fira de Titelles de Lleida 1999. Y otros como ¡Ajá Caperucita!, Viaje al país de las sombras o Yerma, han sido también muy celebrados por los estudiantes de institutos y colegios.

"Las marionetas le gustan a todo el mundo. Cuando vamos a esos pueblos en los que prácticamente nunca ocurre nada, las abuelas, especialmente las abuelas, se ríen mucho", comenta entusiasmada la marionetista.

A Mercedes y a la rana les ha acompañado al hospital Raúl Rivas, músico especialista en percusión. Raúl le ha enseñado a los niños como hablan los animales. El crótalo, "es para que veáis como se comunican los peces"; "el cascabel os mostrará el ruido de la serpiente; con la cortina simulamos el sonido del agua y con el jembé", concluye, "os trasmitiremos la emoción, el miedo, los movimientos..." La rana, en cambio, croará por su cuenta, sobre una caja china...

Pero La historia de la rana Pula Pula es más que una fábula, también es un taller. "Por encima de todo, el objetivo es didáctico. Pretendemos que los niños conozcan los instrumentos musicales. Y, de paso, si quieren, les proponemos un juego: cada uno de ellos puede representar a uno de los animales del cuento".

El problema en este caso es quién hace de serpiente porque, hoy, en plena Navidad, nadie quiere comerse a la rana que, amable y solidaria, ha venido a verlos.

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