El Madrid jugará la Copa

Se jugaba el Madrid demasiadas cosas en la noche de ayer. La más trascendente, su presencia en la fase final de la Copa del Rey. Parecía un imposible que abrazara el éxito, siendo como es el de Scariolo un equipo al que acosan un buen número de fantasmas. A todos los ganó. Y lo hizo pese a que la primera mirada al banquillo madridista resultaba descorazonadora. Allí estaba Djordjevic, que viajó a Sevilla para ver si había suerte. No la hubo. De paisano contempló los acontecimientos. Todo nacía torcido para un Madrid que no está precisamente para grandes empresas. El equipo anda roto, dolorido, hundido físicamente y tocado a nivel mental.No lo pareció. Al menos, durante un buen tramo de la primera mitad y los instantes definitivos del partido. Scariolo le echó imaginación al asunto y puso en liza un quinteto que a punto estuvo de hacer trizas al Caja San Fernando. Confió en Iturbe desde el principio y tapó a Turner con Lucio Angulo. Le salió de vicio. Iturbe, un tipo de 2 metros, minimizó a Romero (2,12), mientras Lucio (1,98) secaba la imaginación del siempre decisivo, para bien y para mal, Turner (1,80). El mundo al revés era aquello y el Caja se quedó sin voz durante muchos minutos.

Cierto que el Madrid en ataque no era lo que se dice un dechado, pues allí sólo encestaban Herreros e Iker Iturbe, que alcanzó su mayoría de edad ejecutando una primera parte memorable. Y dado que el Scott madridista podía en defensa con su homómino sevillano, resultó de lo más coherente que el conjunto blanco se sintiera a gusto empujado por la bonanza del marcador, en el que llegó a adquirir una ventaja de 10 puntos (12-22).

Al Caja le faltaba concentración en defensa, lo que arregló Imbroda poniendo en pista a Solana y Fortier. Se pegó el primero a Herreros y el segundo a Iturbe, y al Madrid le aplastó el cortocircuito habitual. En los dos minutos finales de la primera parte los de Scariolo se deshincharon y Turner puso a los suyos a correr. Resultado: al descanso el partido llegó con un marcador ínfimo y como si nada hubiera pasado (27-27).

La desaparacición de Iturbe (18 puntos en la primera parte y dos en la segunda), dejó a Herreros la exclusividad de la ofensiva madridista, mientras Turner acaparaba todos los ataques del Caja. El conflicto siguió igualado hasta que el Madrid encontró argumentos que van más allá de la muñeca de Herreros. Mijailov desentonó menos que Struelenes bajo los aros y el Madrid cogió cierto aire cuando Galilea, que manejó aquello con calma, decidió mojarse en algo más que en la dirección (45-52). Pero dos triples de Solana, el jugador del Caja más empeñado en que el Madrid no se escapara, volvieron a anestesiar a los de Scariolo, que llegaron al momento de la verdad sin un colchón de puntos que le permitiera esquivar la lógica ansiedad (55-59, m.37). Estaba cantado que en el Caja sería Turner quien se la jugara. Lo hizo una vez y otra vez, y falló una y otra vez, ejecutando un monólogo que no dio frutos. Al Madrid le bastó con mantener la cabeza fría. Curiosamente, Brent Scott apareció en ataque a falta de dos minutos, y certificó la victoria con más pinta de imposible que ha logrado el Madrid en mucho tiempo.

Canarias y Unicaja, también

Las otras dos plazas que faltaban por cubrirse para la fase final de la Copa las ocuparán Canarias y Unicaja. Ambos conjuntos se enfrentaron en la pista del primero. Ganó Unicaja (79-81) tras dos prórrogas, pero la derrota no impidió la clasificación del Canarias, dado que el resto de equipos con posibilidades perdieron: el Fórum ante el León (69-79), el Girona en casa del Tau (82-63) y el Cáceres en la del Breogán (82-71). De este modo, la Copa la jugarán Pamesa, Caja San Fernando, Barça, Tau, Estudiantes, Madrid, Canarias y Unicaja.