FEDERICO SORIGUER ENDOCRINÓLOGO "Deberían dar menos clases de religión y más de alimentación"

Federico Soriguer es un médico poco corriente. No sólo porque escribe cuentos, sino porque adereza sus explicaciones sobre diabetes y tiroides con citas del filósofo Karl Popper y del escritor Oscar Wilde. Jefe del Servicio de Endocrinología del hospital Carlos Haya, defiende una medicina basada en el humanismo científico, el protagonismo del paciente y la investigación. Pregunta. ¿Qué importancia tiene la alimentación en la salud?

Respuesta. Muchísima. En nuestro mundo desarrollado en que las carencias alimentarias están resueltas, el problema ahora es el exceso; no prestamos suficiente atención a la importancia de una buena alimentación. Hay que volver a los orígenes, recuperar la frugalidad y la variedad. De la mano de las multinacionales, ahora los alimentos son variados sólo en el envoltorio porque su contenido es monosabor e hipercalórico. Los niños españoles están siendo apartados de sus sabores, se les está secuestrando el sabor de su cultura. Y a ese secuestro de los sabores de la infancia, se suma la pérdida de los valores de la alimentación tradicional, que en España es la dieta mediterránea, y la monotonía de la producción alimentaria.

P. ¿En qué falla la alimentación?

R. En que se está perdiendo biodiversidad cultural por vía alimentaria y eso supone perder libertad. Las grandes cadenas alimentarias multinacionales atentan contra esa biodiversidad porque en nombre de la oferta y la demanda controlan qué productos llegan a los mercados; por lo tanto controlan los sabores y la libertad alimentaria. En España no hay que cambiar nada. Tenemos una variedad privilegiada y la gente está desperdiciando la riqueza de esa herencia cultural. Es grave que los niños celebren los cumpleaños en las hamburgueserías. Es la globalización alimentaria de la mano de las grandes superficies.

P. Ésta es época de excesos...

R. Estas fiestas se basan en el desenfreno alimentario; son un ejemplo de desmesura consumista y una expresión de incultura; si fuéramos una sociedad culta seríamos frugales. Gran parte de las enfermedades que trata la endocrinología (diabetes, obesidad, artereoesclerosis) son consecuencia de la desmesura, los excesos y el sedentarismo.

P. ¿Las administraciones deberían hacer campañas de concienciación?

R. Siempre tendría más poder el Phoskito con el juguetito que las campañas. El lugar adecuado para una correcta formación es el colegio, debería haber menos clases de religión y más clases sobre alimentación. De todos modos, no se invierte lo suficiente en salud preventiva. Se invierte más en trasplantes, cuando el trasplante es siempre la expresión de un fracaso. Y la obesidad es la expresión del despilfarro energético, el mejor espejo del capitalismo. La alternativa a esa epidemia de obesidad es una revolución cultural.