"Anelka mostró lo que se espera de él"

Los Ultra Sur entablaron un duelo de aplausos con el resto de la grada del Bernabéu ante el entusiasmo de contemplar una victoria en su campo después de casi cuatro meses. Los hinchas más agresivos le cantaron a Morientes pero la mayoría ovacionó a Nicolas Anelka, cuando el francés saltó al césped para sustituir al número nueve. "El público le ha ayudado mucho", reconoció después del partido su compatriota Karembeu. Y el agasajo multitudinario debió surtir un efecto estimulante en el ánimo del delantero francés. Cada vez que recibió la pelota electrificó a la grada, generó problemas a la defensa del Espanyol, regateó con un brío desconocido en él hasta ahora, se marchó de uno, dos, tres defensas para internarse en el área rival... Remató de cabeza a las manos de un providencial Mora. El entrenador del Madrid, Vicente Del Bosque habló con el sosiego de quien da por sentado que lo que vio en el campo es natural: "Anelka ha mostrado lo que esperamos de él; ha tenido velocidad. También es verdad que eran momentos en que el partido estaba más abierto y ofrecían más posibilidades para explotar sus características".Anelka pidió siempre la pelota y Raúl fue quien mejor se anticipó a sus movimientos. Antes de iniciar el desmarque que se proponía -amagando que retrocedía y arrancando a la derecha- Anelka ya veía cómo Raúl le abría la pelota en profundidad. Ocurrió dos veces con la magia de las conexiones telepáticas. Pero el árbitro lo frustró pitando fuera de juego equivocadamente. Roberto Carlos no lo vio tan claro, y dejó al francés haciendo gestos con las manos, pidiendo la pelota, desmarcado. El que recibió menos halagos que Anelka fue Guti, vilipendiado por el público cada vez que tocó el balón. Del Bosque y Raúl le defendieron. El entrenador acusó al Bernabéu de ser cruel con el media punta; y advirtió que se trata de un gran jugador: "Eso lo he vivido en mis propias carnes y él es un gran jugador. No me cabe la menor duda. Y que sepa el público del Madrid que está criticando a un magnífico jugador. Lo que pasa es que a los futbolistas de calidad se les exige algo más que a los demás. Y al igual que están siendo cariñosos con otros, con Guti los aficionados están siendo un poco crueles".

Raúl calificó a Guti en términos poco acostumbrados en un tipo parco como él: "Guti es un jugador imprescindible en estos momentos para el equipo. La gente a lo mejor le pita en algunas jugadas en las que arriesga, porque tiene mucha visión de juego y quiere meter balones complicados...".

Tapón a Hierro

El Madrid desapareció del partido en el primer tiempo; y su entrenador, Del Bosque, dijo que era "muy sencillo" explicar la causa: "Cuando entrábamos en contacto con el balón no encontrábamos ni la velocidad necesaria ni el toque justo; esto nos hacía perder muchos balones fácilmente. Ha sido una virtud del Espanyol taparnos nuestra mejor salida, que es Fernando Hierro, el que mejor inicia el juego. A partir de ahí esa canalización se nos hizo costosa".

El autor de la obstrucción, Raúl Tamudo, dijo que tenía órdenes directas de Brindisi: "El mister me dijo que tapara a Hierro y por suerte nos dio buen resultado; ellos estuvieron muy espesos en el primer tiempo", dijo Tamudo al salir del vestuario. El Espanyol controló el primer tiempo con labores de destrucción: Galca marcó a Guti al hombre y Benítez persiguió a Redondo. En la segunda parte el Madrid resucitó. A Brindisi sólo le quedaron elogios para el adversario: "Es inevitable que un equipo con los jugadores que tiene el Madrid termine jugando la Copa de Europa el año que viene. Mostraron carácter, siempre quisieron jugar el balón, nunca se arredraron".