CiU presiona a ERC para que no vaya con la izquierda al Senado
Convergència i Unió (CiU) insistió ayer en su estrategia de resquebrajar la alianza de izquierdas configurada en Cataluña para presentarse en coalición con Esquerra Republicana (ERC) al Senado en las próximas elecciones generales de marzo. Diversos dirigentes nacionalistas continuaron presionando a ERC con el objetivo de que abandone a sus socios electorales del Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya (IC-V) y elija finalmente a CiU como pareja política para la Cámara alta.
Los líderes de CiU no han digerido todavía que los republicanos, después de su abstención en la investidura de Jordi Pujol, les hayan dado la espalda para formar una candidatura unitaria para los comicios generales. Ayer, el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, y el secretario general de Convergència, Pere Esteve, se pusieron en contacto de nuevo con el secretario general de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, para reiterarle la oferta.Pero la propuesta de CiU parece tan inconsistente que Esteve, en rueda de prensa, fue incapaz ayer de concretarla y precisar si la lista conjunta se limita al Senado o se extiende también al Congreso. "Con nosotros la coalición es más segura, tiene el mismo perfil político nacionalista y Esquerra se asegura mayor representación en el Senado" fue el único argumento que Esteve pudo esgrimir para convencer a los republicanos. CiU está segura de que mantendrá sus tres senadores en Lleida y Girona, por lo que ofrece a ERC un puesto en cada circunscripción. Los republicanos obtendrían con ello dos representantes, los mismos que le asegura la coalición con PSC e IC-V. En las elecciones de 1996, de los cuatro senadores en liza en cada provincia, CiU obtuvo tres en Lleida y Girona, mientras que el PSC los consiguió en Barcelona y Tarragona.
Esteve recordó ayer que los republicanos ya rechazaron, durante las negociaciones para la investidura de Pujol, la propuesta de presentar candidaturas conjuntas para las generales y reiteró la preferencia de CiU por alcanzar acuerdos programáticos con Esquerra Republicana de cara al futuro.
Rechazo de Esquerra
Como hiciera Carod Rovira el pasado sábado, el vicesecretario general de ERC, Carles Bonet, rechazó ayer la propuesta lanzada por CiU y se reafirmó en la alianza pactada en principio con PSC e Iniciativa. Bonet calificó de poco creíble la oferta de Convergència i Unió después de que esta coalición haya votado con el Partido Popular los presupuestos generales del Estado y pactado la modificación de la Ley de Extranjería. "CiU siempre ha tenido claro", afirmó el dirigente de ERC, "que en Madrid deben de entenderse con los partidos que gobiernan el Estado" y ello impide, a su juicio, que se configure en el Senado un grupo específicamente catalán "que no esté atrapado por los pactos en otras instituciones y que sea libre para ser un revulsivo contra la resignación del café para todos".
Los republicanos entienden que la propuesta de CiU es fruto de la improvisación y un intento desesperado de dificultar la candidatura de izquierdas.
Carod Rovira informó ayer a la dirección de su partido de las conversaciones telefónicas que ha mantenido con Duran y Esteve. Fuentes de la dirección explicaron que Carod se limitó a "tomar nota" de la oferta pero que la prioridad de ERC es formar parte de la coalición de izquierdas para el Senado.
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