Cruce de reproches entre el técnico y los jugadores

La derrota del Barça en el campo del Sevilla provocó ayer una reunión de dos horas y cuarto -un récord- en el vestuario del Camp Nou entre Louis Van Gaal y la plantilla. Los futbolistas aceptaron la invitación del técnico a reflexionar, mediante la visión del vídeo del choque, sobre los motivos por los que el equipo perdió la disciplina en el último cuarto de hora y cayó en la relajación. Van Gaal se quejó de la falta de tensión en la línea de medios y de las malas coberturas defensivas de Déhu.La plantilla aceptó la autocrítica, pero devolvió la pelota al entrenador, al que pide que asuma su responsabilidad, sobre todo, en el aumento del trabajo táctico y, en especial, en la defensa, además de reprocharle el extraño cambio de Luis Enrique por Xavi. "¿Hay cosas tácticas que mejorar?", se le preguntó, por ejemplo, a Guardiola, y el capitán respondió: "Indudablemente". Sergi admitió que por muchas vueltas que le dieron al partido del Sánchez Pizjuán y a la situación del equipo, no encuentran el error. Hay además un tercer factor que compete a Van Gaal: su dificultad para leer los partidos.

No hay una explicación consensuada a los males del equipo, reflejados en una estadística sonrojante: el Barça acumula 6 derrotas (4 consecutivas en campo ajeno) en 15 jornadas, una menos que en todo el curso pasado, de tal manera que ha perdido casi tantos puntos (22) como ha ganado (23). Guardiola señaló que sería contraproducente apostar sólo por la Liga de Campeones, donde los equipos conocen menos al Barça y de ahí sus mejores registros que en la Liga española.