Absueltos dos supuestos "narcos" por una intervención policial ilegal

La Sección Sexta de la Audiencia de Madrid ha librado de una petición del fiscal de nueve años de cárcel a dos personas supuestamente relacionadas con un paquete decomisado en Barajas y que contenía casi 14 kilos de cocaína. El tribunal ha absuelto a Eleuterio A. A. y a José M. J. D. porque el paquete que contenía la droga fue abierto en Barajas sin que, como es preceptivo, hubiese ninguna autoridad judicial presente y sin que el juez de guardia lo hubiese autorizado, según la sentencia.

Si los agentes de la Guardia Civil hubiesen solicitado al juez autorización para abrir el paquete, la sentencia habría sido previsiblemente muy distinta, según fuentes jurídicas. Los jueces de la Audiencia consideran que, "al ser nula la apertura del paquete, no hay prueba de cargo" contra los acusados y que, por tanto, sólo cabe absolverles. Los magistrados han tomado esta medida basándose en la jurisprudencia del Tribunal Supremo que asemeja el envío de paquetes con la correspondencia postal, y concluye que abrir un paquete de Correos sin autorización judicial supone quebrantar un derecho constitucional. La Sección Sexta de la Audiencia declara probado que, "sobre las 12.00 del día 18 de noviembre de 1993, el procesado, Eleuterio A. A., sin antecedentes penales, se presentó en el aeropuerto de Barajas para retirar unos paquetes".

La Guardia Civil sospechó del contenido del paquete y lo puso bajo vigilancia, a la espera de que alguien lo reclamase. Horas después de la llegada del envío se presentó en el aeropuerto Eleuterio, quien hacía unas semanas que se había desplazado desde Cuenca hasta Madrid para buscar trabajo. Eleuterio aseguró que José María J. D., el otro procesado, y cuyo nombre figuraba como destinatario de la mercancía, le había ofrecido 100.000 pesetas a cambio de acercarse a Barajas y recoger el paquete. De hecho, disponía de una autorización escrita firmada por él para retirarlo. El grave error de la Guardia Civil, causante de la absolución de los dos procesados, fue abrir el paquete justo en el momento en que Eleuterio firmaba su recepción y se le leían sus derechos como detenido. Dentro del paquete, procedente de Brasil, había "una mesa de madera de artesanía, un tablero de ajedrez y un equipo de sonido, todo ello con doble fondo y en cuyo interior había 13.748 gramos de cocaína de una pureza del 73%", según la sentencia. En el mercado negro, la droga habría costado unos 140 millones de pesetas.