La sangre del flamenco

El flamenco es un género de estirpes. De sangre. Ahí están los hermanos De Lucía, los Sanlúcar o los Habichuela. El flamenco se transmite como los rasgos de una familia. Así lo ha entendido una realizadora francesa, Dominique Abel, que ha logrado llevar a cabo un proyecto largamente perseguido: captar en un documental cómo el cante jondo pasa de padres a hijos.Dos artistas granadinos de tradición, el cantaor Jaime Heredia, El Parrón, y el bailaor Manuel Santiago Maya, Manolete, y sus respectivas hijas, la cantaora Marina Heredia y la bailaora Judea Maya son los protagonistas del documental que estos días graba el Canal Arte de Francia. Es la sangre del flamenco.

El teatro Isabel la Católica fue asaltado la noche del pasado viernes por las cámaras para rodar una actuación expresamente organizada para la película de Dominique Abel, que tiene el título provisional de De padre a hija. El espectáculo consistía precisamente, en un mano a mano entre El Parrón y Marina Heredia, al cante, por un lado, y entre Manolete y Judea Maya, al baile, por el otro. Luego un fin de fiesta con los cuatro como protagonistas.

"Llevaba años pensando en este proyecto", afirma Dominique Abel. "Y quería hacerlo por el cariño y el respeto que siento por Manolete y por El Parrón, y también por la fascinación por Granada".

Luego añade: "La idea es captar el modo en que se transmite el flamenco porque, además, ésa es la única manera de que pase de una generación a otra, por la forma en que los padres lo enseñan a los hijos".

Abel hace hincapié en el hecho de que ni Manolete ni El Parrón tuvieron nunca excesivo interés en que sus hijas fuesen artistas. Ellas, sin embargo, absorbieron el arte desde niñas, tuteladas en cierto modo por sus padres, que les exigían más que a cualquier otro cuando enseñaban. Ahora, Marina y Judea son dos fuertes promesas del cante y del baile.

"La idea de Dominique Abel me parece un proyecto precioso", comenta por su lado Manolete, "porque es ver cómo un padre transmite una cosa y ver cómo los hijos la recogen". Su hija Judea, por su parte, asiente. "Yo estoy encantada porque voy a trabajar mano a mano con mi padre". Luego dice con modestia: "A ver si se me pega algo".

Dominique Abel, antigua modelo, autora del libro Camaleonas y realizadora de una película sobre el mítico Agujetas que ha obtenido el Primer Premio en el Festival Internacional de Praga, propuso su idea de este documental también al cantaor Enrique Morente y su hija Estrella, pero declinaron la oferta por pura timidez.

"Es algo muy bonito ver trabajar a los artistas con sus propias hijas", dice la realizadora. "Yo he recibido mucho de todos ellos y quiero devolvérselo de algún modo".

Marina Heredia también se muestra entusiasmada con el rodaje. "Yo, además de cantar con mi padre, también tenía muchas ganas de trabajar con mi tío Manolete y mi prima Judea. Y ahora estoy encantada".

El rodaje que estos días se realiza en Granada muestra los diferentes aspectos de la convivencia de ambos artistas con sus hijas, los ensayos, los consejos, la paciencia o la genialidad. Las cámaras miran la vida de los creadores delante y detrás de los escenarios y se centran en el aprendizaje de unas maestras del flamenco en ciernes.