Farinós lanza al Valencia
Merecido triunfo del equipo de Cúper ante un conservador Girondins de Burdeos
En un partido muy complejo por la talla del rival (bien ordenado y dotado de una fluida circulación de balón), el Valencia tuvo primero mucha fe en la victoria, y después descubrió un recurso inesperado: Farinós, un jugador imprevisible, capaz de saltarse todas las reglas del fútbol. Como ayer, que cuando no había manera de descubrirle las cosquillas al Girondins, surgió ese espléndido zurdazo de Farinós que le rompió los esquemas al campeón francés, que especulaba con el empate sin goles. Después ya vino el Piojo con una de sus carreras irrefrenables y ese magnífico cambio de juego que permitió a Ilie dejar el choque sentenciado. El Piojo es, incuestionablemente, uno de los grandes de la Liga de Campeones: lleva tres goles y tres pases de gol. El Valencia empieza esta segunda fase con la misma alegría con la que empezó la primera y se marcha a Manchester con la cabeza muy alta. La pena es que Gerard, que ya le marcó a tres de los grandes (Real Madrid, Bayern y Barça) no pueda jugar el mes que viene en Old Tradford ante el Manchester por acumulación de tarjetas.Sin las chispa de pasado sábado ante el Barcelona, el Valencia fue penetrando en la frustración en la primera parte a medida que descubría que el Girondins era un oponente de consideración, muy superior al Glasgow Rangers o al PSV, por poner dos ejemplos de la primera fase. Técnicamente muy completo, el campeón francés se apoderó por momentos del balón y del centro del campo, al tiempo que se defendía con inteligencia y racionalidad. El conjunto de Cúper a su vez también se defendía con firmeza (la pareja de centrales, Djukic y Pellegrino, se ha compenetrado estupendamente) por lo que el juego transcurrió en una franja de campo inocua para el marcador y enemiga del espectáculo.
VALENCIA 3
GIRONDINS 0Valencia: Palop; Angloma, Djukic, Pellegrino, Carboni; Farinós (Angulo, m. 80), Gerard, Kily González; Mendieta; Claudio Piojo López (Sánchez, m. 90) e Ilie (Albelda, m. 75). Girondins: Rame; Grenet, Saveljic, Afanou, Alicarte; Martins (Ziani, m. 57), Pavon, Diabaté (Rouviere, m. 85), Micoud; Laslandes y Wiltord. Goles: 1-0. M. 50. Piojo abre a la derecha a Farinós, que se avanza el cuero y dispara con su pierna izquierda desde unos 20 metros y la pelota va a la escuadra izquierda de Rame. 2-0. M. 67. El Piojo se marcha por velocidad de la defensa francesa, se esquina a la derecha, cambia completamente el juego y por ahí aparece Ilie para marcar. 3-0. M. 90. Pared entre Piojo y Kily, que este último culmina. Árbitro: Dick Jol (holandés). Amonestó a Gerard, Martins, Djukic, Micoud, Albelda, Ziani y Saveljic. Unos 30.000 espectadores en el estadio de Mestalla.
Perdiendo tiempo a la más mínima ocasión, Rame, el portero del Girondins, retrataba además la predisposición conservadora de su equipo. Lo que no era óbice para que intentara sacar tajada de algún contragolpe: tenía material para ello. Pues Wiltord, máximo goleador de pasada Liga francesa, tiene un regate de serpiente del que pudo apercibirse el central valencianista Pellegrino: el delantero francés se llevó al central argentino al extremo izquierdo y allí lo dejó tirado, a pesar de que el fuerte disparo de Wiltord fuera desviado a córner por Palop, quien, por cierto, vestía un chirriante pantalón blanco, el mismo que sus compañeros.
No tenía más remedio el Valencia que buscar obstinadamente las bandas, a fin de encontrar un espacio abierto. Y lo hizo con insistencia por su izquierda, a través del Kily González y de Carboni. El centrocampista argentino rompió por ese lado con frecuencia la tela de araña francesa, pero estropeaba su conquista con su obsesión por disparar desde el extremo, totalmente esquinado. Por la derecha, no hubo llegadas: Farinós tapa decorosamente el carril del ocho, pero carece de recorrido para alcanzar la línea de fondo. El centrocampista valenciano, por contra, presenta un notable nivel técnico, como se pudo observar en ese durísimo disparo con la izquierda desde unos 20 metros que se coló por la escuadra.
En cuanto al triángulo que tumbó el sábado al Barça (Mendieta, Piojo e Ilie), deambuló esta vez sin frescura, incapaz de hallar apenas grietas en la compacta defensa francesa. De modo que, a falta de otros detalles, un toque de espuela de Farinós en la defensa valencianista ante la presencia amenazante de Wiltord, fue la acción más aplaudida por la hinchada, que sufría con la impotencia de sus chicos.
El Valencia incrementó su ambición tras el descanso y el Girondins su racanería y deseo de quedarse imbatido. En realidad, el conjunto de Cúper le metió el miedo en el cuerpo al campeón francés, que empezó a echar balones fuera. Y de esa guisa le llegó el balón al Piojo, dribló a Diabaté, abrió a la derecha a Farinós y éste, desde fuera del área grande, conectó un zurdazo impecable que premió la generosidad en el esfuerzo del Valencia.
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