El voto más difícil

Dicen los estudios y encuestas al respecto, que los jóvenes españoles no valoran la política y desconfían de los políticos. El mal debe estar en los políticos, no en los jóvenes, aunque algunos crean que no piensan más que en hacer el loco y llegar a casa de madrugada. Soy de los que creen que nuestros jóvenes son mejores de lo que fuimos, aunque sólo sea porque ellos han crecido en un país libre, por tanto más digno y con más oportunidades para ser mejores. El PSOE andaluz asegura tener una encuesta según la cual los jóvenes andaluces son de centro izquierda, es decir, que llegado el momento de votar lo harían por el PSOE. Las encuestas se pueden creer o no, y en este caso no está dispuesto a creerla el secretario general del PP, Javier Arenas, que afirma tener otras según las cuales los jóvenes españoles y andaluces votan al PP. No salen las cuentas aquí, porque no gana el PP, a pesar de ser ésta la comunidad autónoma con más cantidad de jóvenes. En todo caso, si nunca vale el voto de una cita electoral para la siguiente, acaso el de los jóvenes sea sobre el que menos seguridad deba tener cualquiera que sepa que los ciudadanos no votan a ciegas, sino después de haber juzgado.El PSOE, conocida su encuesta, anuncia al mismo tiempo un acercamiento a los jóvenes para escucharles y explicarles su programa. Mirar a los jóvenes es hacerlo hacia el lado del que es difícil esperar contento con cualquier cosa. Hoy por hoy, esos jóvenes, que han crecido y se han formado en la libertad, necesitan mucho para ser convencidos, precisamente porque con más cultos y más preparados y por lo tanto más exigentes. No entregarán su voto sin un convencimiento de que pueden esperar respirar de la libre y culta manera que quieren respirar. Se les ha educado para la libertad, se le han dado oportunidades para pensar por sí mismos, se le han puesto medios para prepararse y para saber elegir y no dejarse manipular ni utilizar, por eso, ahora que ya son así, no es posible que nadie crea que ganarse su voto es fácil. Eso sí, en ese voto está el futuro y no sabérselo ganar es, sin remedio, perder el futuro.

MARÍA ESPERANZA SÁNCHEZ