Siete espeleólogos llevan una semana atrapados en una cueva de Francia

Un centenar de especialistas del ejército francés han sido movilizados para rescatar a los siete espeleólogos que hace una semana quedaron atrapados en la cueva de Vitarelles, en el departamento de Lot, a raíz de las inundaciones que asolaron el sur de Francia. Además de utilizar la dinamita para abrirse camino en los pasajes que han quedado fuera de la subida de las aguas subterráneas, los equipos de rescate están horadando la superficie rocosa con potentes máquinas perforadoras con el propósito de introducir microteléfonos, víveres y, llegado el caso, extraer a los atrapados. Es una lucha desesperada contra el tiempo. El grupo se adentró en la inmensa cueva de Vitarelles el pasado 11, antes del diluvio que ha costado a Francia 31 muertos, y disponían de alimentos para tres días. La preocupación, sólo relativa durante el fin de semana dada la experiencia de los espeleologos, miembros del club Centro de Estudios de Gramat, va ganando cuerpo y transformándose en angustia a medida que pasan los días. Los equipos de rescate se ven impotentes para franquear las violentas corrientes subterráneas y lo inaccesible del terreno a la vista.

Un grupo de ocho socorristas del ejército, expertos en estas tareas de rescate subterráneo, se encontró bloqueado el jueves y obligado a pernoctar en condiciones difíciles a 1.800 metros de la salida. Tres de ellos lograron ayer tarde ganar la entrada de la cueva, gracias a la ayuda de otro equipo de una docena de socorristas que accedió al lugar a través de una galería descubierta en las perforaciones de superficie. Al menos dos de estos especialistas sufren lesiones de consideración, lo que ilustra las dificultades de la tarea de rescate.