Anguita contesta a Aguilar que su sucesión en IU está pospuesta hasta el 2000
El coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, no quiere ni oír hablar, hoy por hoy, de su posible relevo al frente de la coalición porque es un asunto que considera resuelto desde el pasado 24 de julio, cuando se decidió que sería el candidato para las próximas elecciones generales y que dirigiría el proceso de renovación en IU hasta que, en la próxima asamblea de la formación, prevista para finales del año 2000, abandone presumiblemente el liderazgo.Por eso, ante las declaraciones de la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, en las que proponía que Anguita promueva un cambio de liderazgo en IU, el coordinador general responde que la que fuera portavoz en el Congreso "descubre lo que ya está descubierto". En todo caso, las palabras de Aguilar han sentado muy mal en la dirección de IU porque todos entienden que, a sólo cuatro meses de las elecciones, no hacen más que perjudicar la carrera de Anguita por recuperar votos para IU e impedir el descalabro total que le auguran las encuestas.
Las palabras de Aguilar, que ayer intentó matizar sus declaraciones del martes, hacen más daño porque, hasta que abandonó la portavocía en el Congreso para ser alcaldesa de Córdoba, ella había sido una de las personas más próximas a Anguita.
Críticas de Llamazares
Dentro de estas piedras en el camino con las que se encuentra el coordinador general está una entrevista de Gaspar Llamazares, líder de IU en Asturias, en La Voz de Asturias. Llamazares anuncia en ella su "legítima aspiración" a suceder a Anguita tras las elecciones generales. No sólo eso. También critica, refiriéndose al apoyo de Anguita al ex juez Javier Gómez de Liaño, que el coordinador general anteponga "una ética individual y una identidad y gallardía personal a la ética del colectivo".Llamazares aclaró más tarde a este periódico que sus palabras no pretenden debilitar la posición de Anguita. Según su visión, y ante los múltiples rumores que le colocan como candidato número uno para sustituir a Anguita, lo único que pretendía era que no le "descartaran" haciendo sonar su nombre sin fundamento.
Todo este mar de fondo es interpretado por algunos dirigentes como un tímido inicio de toma de posiciones ante lo que cada día se entiende como más inevitable: unos pésimos resultados electorales en las generales de marzo del 2000 que provocarían una fuerte reacción dentro de IU y forzarían el adelanto de la Asamblea de la coalición.
Por eso ayer Felipe Alcaraz, portavoz parlamentario de la coalición, se mostraba "escandalizado" por todas estas declaraciones que "debilitan" la candidatura de Anguita y apelaba a la "responsabilidad" de los dirigentes.
En cualquier caso, según recordó ayer Anguita, este tipo de corrientes suelen quedar en nada en los órganos de IU, donde todos los documentos y las líneas que él defiende acaban siendo aprobados por una amplia mayoría. Como sucederá previsiblemente este sábado, cuando se reúna el Consejo Político Federal, y se discuta de nuevo el asunto de las candidaturas conjuntas con el PSOE para el Senado.
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