El delegado del Gobierno justifica las palabras del senador del PP canario

El delegado del Gobierno en Canarias, Antonio López, evitó ayer condenar las manifestaciones del senador del PP por Fuerteventura Domingo González Arroyo sobre la necesidad de un mayor control de los menores inmigrantes indocumentados para evitar que "provoquen" tras la agresión que sufrió un centro de acogida el pasado viernes en esa isla. A su juicio, se han "sacado de contexto", ya que lo "único que dijo" fue que "es responsabilidad de la comunidad autónoma cuidar de ellos".

"Ha dicho que es responsabilidad de la Comunidad autónoma; los menores no sólo tienen que estar comidos, vestidos amparados, sino también cuidados, y es responsabilidad de la Comunidad autónoma ciudar de ellos; es lo único que ha dicho", explicó López, según Europa Press. Pero el senador popular y alcalde de La Oliva tiene antecedentes de declaraciones polémicas. Días antes del ataque al centro de menores en el que resultaron heridos cinco jóvenes González Arroyo pidió el regreso de la Legión a la isla para hacer frente "a toda esa gente clandestina".

Por ello el Grupo Socialista en el Senado responsabiliza "en parte" a González Arroyo de la agresión del viernes por sus "mensajes xenófobos" y acusa al PP de connivencia "puesto que no ha rectificado públicamente las manifestaciones" de su senador por Fuerteventura, que el ex fiscal general del Estado Eligio Hernández calificó de atentatorias contra los derechos humanos.

López criticó al Ejecutivo regional (Coalición Canaria con el apoyo del Partido Popular) por no haber tomado "ninguna iniciativa" para repatriar a los menores inmigrantes indocumentados.

El delegado del Gobierno en las islas respondía así a las críticas que ha recibido desde el Ejecutivo canario por su gestión frente a la inmigración. "Me han criticado mucho por intereses pueramtne partidistas o leectorales, por llamar la atención del riesgo que podrían suponer estas campañas, pero creo que los hechos me han dado la razón cuando decía que se podían estar sembrando semillas que podían germinar en brotes de xenofobia", declaró a Efe. "Tengo entendido que se van a poner las pilas pero hasta el momento no ha habido ni una iniciativa", añadió.

El presidente canario, Román Rodríguez, siguió por su parte responsabilizando al Ministerio del Interior (que precisamente hoy traslada 45 policías de Sevilla a Fuerteventura con carácter provisional para "tranquilizar a la población") y le acusó que no haber cumplido con su obligación ante la llegada masiva de inmigrantes a las islas desde el pasado julio. El presidente canario criticó las declaraciones del senador del PP y manifestó su preocupación por que puedan "calar en algún sector de la población" y generar xenofobia.

Además Rodríguez considera necesario que todos los inmigrantes sean censados "para evitar que sean carne de cañón de la explotación empresarial o para que no delincan cuando no tienen un modo de vida garantizado".

Mientras el director del centro atacado el viernes en Puerto del Rosario, Rafael Betancor, manifestaba que fue "un ataque organizado" y algunos de los agresores rondaban los 30 años, fuentes de la comisaría de la capital de la isla afirmaron que "no fue en absoluto un asalto de carácter racista, sino una reyerta en la calle entre bandas rivales". Añadieron que "el tema no está nada claro, ya que existen muchas contradicciones entre los testigos". El delegado del Gobierno precisó que "ya hay al menos dos menores de edad identificados" como presuntos autores y criticó a los responsables del centro de acogida donde fueron agredidos los menores sin papeles, no hubiesen denunciado los hechos hasta "casi 24 horas" después.

El PP por su lado pidió un centro de acogida de menores inmigrantes adecuado para evitar que "estén pululando sólos por las calles", según expresión de la diputada Bernarda Barrios.