El último gol de Karembeu
El jugador, que sólo marca en Europa, quiere dejar el Madrid en diciembre
Acentuando un sendero marcado por las paradojas, Christiane Karembeu anotó el miércoles el gol que acomodó al Madrid en el liderato del Grupo E de la Liga de Campeones. Karembeu, que llegó al club precedido de la más larga y escabrosa negociación que se recuerde, se ha convertido, un año y medio después de su fichaje, en un jugador de segunda clase en el escalafón de la plantilla. Marcó dos goles fundamentales en la consecución de la séptima Copa de Europa, en 1998, el mismo año en el que se proclamó con su selección -Francia- campeón del mundo. Hoy, en el Madrid sólo juega en casos extraordinarios. Cansado del banquillo, busca un equipo para marcharse en diciembre, y, eso sí, no aparca viejas costumbres: sigue marcando goles en Europa. Y sólo en Europa.Karembeu se lo toma con calma, y con humor: "Le voy a pedir al club que me haga un contrato para jugar sólo en Liga de Campeones". Y admite que reflexiona sobre su futuro: "He pensado en irme en diciembre; llevaba mucho tiempo sin jugar y veo que no tengo tantas posibilidades. Me gustaría hablar con el presidente y con el míster para saber si contarán conmigo; aunque ahora la situación ha cambiado... últimamente estoy jugando". El gol que anotó el miércoles cambió su semblante, sombrío hasta hace una semana. Quizá cuando llegó al club, en enero de 1998, no imaginó un destino con tan poco protagonismo en el equipo. Entonces le quedaban cinco temporadas y estaba eufórico, como aseguró a la revista France Football: "Quiero morirme en Madrid".
Dos años después, no está tan seguro. A los 29, Karembeu no descarta dejar el Madrid. ¿La razón? Ve que Toshack casi no cuenta con él. Sólo ha jugado dos partidos de Liga como titular. Impensable para Karembeu, que se pasó dos años negociando con el Madrid antes de aterrizar en el club. Era el sueño de Capello, en 1996. El entrenador italiano añoraba al jugador fogoso que robaba balones a destajo en el centro del campo del Sampdoria. Pero el Barcelona se interpuso, cuando el Madrid se disponía a contratarlo. El embrollo retrasó su llegada hasta enero de 1998. Fue fichado por unos 500 millones de pesetas, y el club estipuló una cláusula de rescisión de 23.000 millones para dejarle marchar antes de que cumpliera su contrato, en junio del 2003.
Llegó en plena carrera hacia la Séptima Copa de Europa. Con Heynckes fue titular. Formó parte del equipo que se enfrentó al Juventus en la final, y dos meses más tarde besó la Copa del Mundo en París, con Francia. A partir de ahí, su trayectoria fue descendente.
El futuro de Karembeu parece incierto. Pero si se marcha, con él se llevará el recuerdo de su gol contra el Molde. Reminiscencia de sus cuatro goles en Europa. Los únicos que ha marcado con el Madrid.
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