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Eduardo Fuentes estrena una versión de "La naranja mecánica" que concentra la violencia en el lenguaje

Margot Molina

Eduardo Fuentes, un director de escena que ha conseguido atraer a los más jóvenes con obras como Transpotting, ha elegido el teatro Central de Sevilla, espacio que apuesta por las vanguardias, para el estreno absoluto de su versión de La naranja mecánica, de Anthony Burgess. El montaje es, además, el primero que realiza la compañía madrileña William Layton, un grupo fundado por José Carlos Plaza que reivindican un teatro hecho por jóvenes y para jóvenes. La versión de Fuentes, que se inició en la dirección en 1984 con El indio quiere el Bronx, ha recuperado el último capítulo de la novela de Burgess que es más "alentador" que el final de la famosa película de Stanley Kubrick.

La versión que Eduardo Fuentes (Marruecos, 1961) ha realizado de La naranja mecánica, de Anthony Burgess, refleja la violencia del mundo de los adolescentes a través del lenguaje. La obra, que está producida por el director de escena José Carlos Plaza, podrá verse desde hoy hasta el día 6 en el teatro Central de Sevilla y llegará a Madrid, dentro del Festival de Otoño, el 20 de noviembre. El grupo volverá a Andalucía el 9 de diciembre, que estará en Jerez. El día 10 podrá verse en San Fernando y del 15 al 17, en Granada."Los jóvenes inventan una jerga callejera, que cambia hasta cuando pasas de un barrio a otro, como una forma de rebeldía. Es la perversión del lenguaje, lo destruyen para construir otro que les distinga como grupo pero también que les proteja de sus padres, de la policía o de elementos de otras bandas que quieran espiarlos", explicó ayer Eduardo Fuentes en una singular presentación en la que reinaron las naranjas.

"Cuando Burguess escribió la novela, hace casi 40 años, la clasificaron dentro del género de ciencia-ficción; sin embargo él fue un visionario y todo lo que contó está pasando: la caída del muro de Berlín, la llegada en masa de emigrantes de los países del Este...", aseguró el director que eligió la huerta de las naranjas del monasterio de La Cartuja para presentar la obra y la compañía. Papel de color naranja, naranjas por todos lados y hasta una degustación de algunos platos realizados con esta fruta completaron el singular montaje en el que Chusmi, personaje que encarna Javier Ruiz de Alegría y sus colegas Alex (Luis Rallo), Memo (Pepe González) y Yoryil (Alberto Berzal), hicieron una exhibición de comportamiento violento despachurrando naranjas.

"En la película hay muchas escenas de violencia y sexo, algo que para el teatro es difícil. Nosotros nos centramos más en el lenguaje. Me di cuenta que la palabra puede ser como una cuchilla afilada", dice Fuentes. El director y autor de la versión ha inventado un lenguaje, el que utilizan estos adolescentes que se encuentran fuera de juego en la sociedad para que nadie los entienda. "Me he basado en el lenguaje de las bandas de los franceses de origen magrebí que cambian su jerga cada tres meses, le dan la vuelta a las palabras para que nadie fuera de su grupo los entienda", explica el director quien añade que la obra no condena ni ensalza nada, solamente "invita a la reflexión".

La obra que ha elegido la Compañía William Layton para iniciar su andadura se basa en la versión teatral que el mismo Burguess escribió en 1987. El autor volvió a incluir en la obra el último capítulo que el editor norteamericano había censurado. "Este montaje es la primera piedra de la Fundación William Layton, que se creará en Madrid el año próximo, y que además de las producciones se dedicará a la formación de actores siguiendo el método de Layton", adelantó Carlos Martínez-Abarca, uno de los actores de la compañía que encarna al profesor.

La fundación homenajea al maestro y dramaturgo norteamericano William Layton, quien llegó a España en 1961 y, siguiendo el método de Stanislawsky, formó a actores y directores como Plaza, Miguel Narros, Ana Belén o Josefina Molina.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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