_
_
_
_
GOLF Volvo Masters

El Niño falla con el 'putt'

Carlos Arribas

Retief Goosen, el sólido sura-fricano, no es un hombre con tendencia a la duda metafísica. Retief Goosen, el sólido líder del Volvo Masters, el torneo que termina hoy en el campo de Montecastillo (Jerez), cree en la gran verdad encerrada en la ecuación belleza igual a sencillez. Drive, hierro y mejor un putt que dos. Aburrido, pero eficaz. Y desalentador. Capaz de sacar de sus casillas a sus rivales, cualidad que bien experimentó Sergio García hace unas semanas en el Matchplay de Wentworth (recuerden: el número de la zapatilla resbaladiza se desarrolló ante la impávida mirada de Goosen, que, claro, ganó aquel partido). Armado con esa virtud principal de la búsqueda de la eficacia a través de la sencillez, Retief Goosen sigue por tercer día líder en solitario del torneo que cierra el circuito europeo.A su alrededor, buen número de pretendientes arma revuelos y amaga derrocamientos, pero todos acaban chocando con sus propias dudas. Y algunos, como Colin Montgomerie, el más jaleado, perdiendo comba. A dos golpes de Goosen, que ayer se limitó a un -2 de compromiso, marcha otro del hemisferio sur, el neozelandés Michael Campbell. A tres, otro sureño sorprendente, el argentino José Cóceres; y a cuatro, el trío español compuesto por Sergio García (mejorando día a día, -5 ayer, y sin bolsas de plástico gritando), Miguel Ángel Martín (calcando sus tarjetas a las de El Niño) y Miguel Ángel Jiménez, acompañados del irlandés Padraig Harrington (triste ayer: un doble bogey, tres bogeys y cuatro birdies). Y ya a seis, el escocés cascarrabias, el Colin Montgomerie que ve como se le ponen cuesta arriba los últimos pasos hacia su séptima Orden del Mérito consecutiva. ¿El campo? Como todos los días, blando, abierto y agradecido.

Las explicaciones

Los tres españoles que brillan estos días en Jerez de la Frontera construyeron contribuciones para la elaboración de la siempre cambiante teoría general del putt, más conocida como poco importa lo bien que la des camino del green, que si no la enchufas a tres metros no tienes nada que hacer. El Niño recuerda que cuando era niño apenas se lo pensaba y esquilmaba en apuestas por una coca cola a los socios del club Mediterráneo, pero que ahora que ya es casi adulto, ha empezado a pensárselo y mete menos. O eso dijo ayer después de marcarse una tarjeta de 67 golpes (-5), con un -6 en los nueve primeros hoyos y un +1 en los segundos. "He tenido más oportunidades que el viernes", afirmó.

Y enumeró: "En el 4, en el 5, en el 8, en el 10, en el 12, en el 14, en el 16 y en el 18. Pero no las meto. Así de fácil. Y en los nueve segundos he jugado igual o mejor que en los primeros, pero me cuesta mucho leer los greens. No es que las dé mal con el putt, es que no las meto".

Miguel Ángel Martín, el onubense callado, también acabó con cinco golpes bajo el par ayer y también enumeró. "Casi hago birdie en el 2, 4, 7, 8, 10, 11 y 12", dijo. "Pero yo sí que veo bien las caídas, lo que pasa es que a veces no me sale bien la bola".

Y Miguel Ángel Jiménez, el serio de Churriana, no se quedó atrás en el listado de oportunidades perdidas ("he andado cerca en el 1, 3, 4, 5 y 7"), pero ofreció su solución de compromiso para la teoría del putt: "No se trata de meterlos todos, pero alguno que otro..." Los que dijo el malagueño que había fallado medían entre tres y cinco metros. Los que le valieron birdies y un eagle fueron de un palmo (en el 9), 13 metros (15) y un canuto de 15 metros (8).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_