Solución de compromiso
Van Gaal ha creado una nueva cantera que hasta ahora utiliza en situaciones de emergencia, para rotar o cuando hay poco en juego
Un bote desde el banquillo y el puño en alto. Eso pasó en el primer gol de Kluivert ante el AIK Solna en la Liga de Campeones. El gesto, para sorpresa de muchos, se repitió 15 minutos después. Louis Van Gaal, técnico del Barça, celebró los dos primeros tantos ante el ausente equipo de Estocolmo (5-0, resultado final) como si le fuera la clasificación para la segunda ronda de la competición cuando, en realidad, ni siquiera le importaba ser primero. No había nada en juego, pero Van Gaal se tomó el partido como un reto personal ante el Camp Nou: quería demostrar que las rotaciones funcionan en su plantilla y alardear de su generación de canteranos. Arnau, Xavi, Puyol, Mario, Nano y Gabri sustituyeron a los titulares y recibieron el caramelo europeo, pero raramente entran en escena. O es por las ausencias de los fijos -lesiones o sanciones- o es, como viene sucediendo, cuando no hay nada en juego.Tras su memorable actuación en Wembley, Arnau es el único jugador de La Masia que parece afianzarse en el equipo titular, aunque demasiadas sombras se ciernen sobre su futuro: Baia regresa en junio y Dutruel, el portero del Celta, ya ha llegado a un acuerdo con el Barça. Xavi es el sustituto de Guardiola: sólo aparece cuando el capitán está sancionado -pasó en Estocolmo- o cuando descansa -ante el Numancia-. Gabri sirvió para dinamitar el dilema Luis Enrique-Litmanen y sustituyó al asturiano cuando Van Gaal castigó su rebelión. Así fue hasta la primera quincena de septiembre y Gabri no ha vuelto a la Liga. Eso sí: tuvo 20 minutos en Wembley. Ante los problemas en defensa, Puyol, que estuvo a un paso de fichar por el Málaga, irrumpió en Valladolid y actuó en tres encuentros como solución esporádica. Mario no se había estrenado hasta el miércoles en el primer equipo y Nano se perdió en la nebulosa de la lejana Supercopa.
Retos
"Hemos intentado demostrar nuestras cualidades. Ojalá nos sigan dando minutos el martes ante el Fiorentina", dijo un esperanzado Xavi en alusión al último compromiso de esta primera fase europea, en la que sólo se sopesará el prestigio y la verdadera medida del equipo de la Toscana tras su triunfo ante el Arsenal. Van Gaal había retado a la afición a contemplar su cantera ante el AIK y, sin pretenderlo, casi cayó en su propia realidad. No habrá muchas ocasiones más. El holandés ya presumió de su propia hornada en la pretemporada en Alemania cuando citó al juvenil Arteta tras la marcha de Celades y sólo volvió a recurrir a ella en el Gamper. Los restantes días siempre surge como solución de emergencia o compromiso. "Con tanta calidad, la cantera lo tiene bastante mal", dijo Mario.
Van Gaal se ha esforzado en modelar una generación propia tras purgar a los canteranos paridos por Cruyff, que ascendió, entre otros, a Òscar (Valencia), Roger (Espanyol), Celades (Celta), Jordi (Manchester) e Iván de la Peña (Olympique). Todos se distinguían por su técnica e imaginación -son menos físicos, disciplinados y explosivos que los de Van Gaal-, pero no han sabido encontrar su sitio fuera del firmamento futbolístico del flaco. Como si hubieran crecido para jugar juntos y no desperdigados. Ninguno de ellos es ahora titular en sus actuales clubes. Pero Van Gaal tampoco ha logrado asentar en el Barça a ninguno de los suyos. De su equipo base figuran dos futbolistas de La Masia (Guardiola y Sergi) y tres fichajes de Cruyff (Luis Enrique, Figo y Abelardo). Otros tres son de Van Gaal (Kluivert, Cocu y Reiziger), otro fue sugerido por Serra Ferrer (Rivaldo) y la plaza del último defensa suele oscilar. Arnau es el único que parece vivir, de momento, días felices. Pese al 5-0 ante el AIK, todos tienen un pie en el Miniestadi, viajando en Segunda B y esperando que Van Gaal les vuelva a citar.
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