Irvine prepara su duelo con Hakkinen leyendo a Mandela y divirtiéndose

Eddie Irvine, líder del mundial de fórmula 1 con cuatro puntos de ventaja sobre Mika Hakkinen, afronta sin presión el Gran Premio de Japón, última prueba del campeonato, que se disputa el próximo domingo. "No siento ninguna presión particupar", confesó Irvine, alojado en un hotel de Tokio. "Pienso en muchas otras cosas antes que en la fórmula 1", añadió el piloto irlandés de Ferrari. "La presión y la concentración habrá que tenerlas el domingo en la salida y no antes".Mientras aguarda la prueba, Irvine acaba la lectura de las Memorias de Nelson Mandela, un tomo de 600 páginas; se deja ver por los bares y determinados locales nocturnos de Roppongi, uno de los barrios calientes de Tokio; y atiende sin rechistar los compromisos de sus patrocinadores, todo lo contrario que su rival, el finlandés Mika Hakkinen. "Es muy imporante que Mika permanezca concentrado para ganar el campeonato", le disculpó Ron Dennis, el patrón de McLaren, que confía en un triunfo del filandés, victoria que le supondría revalidar el título.

Irvine, de 33 años, se siente como en casa, puesto que compitió en el campeonato local de fórmula 3000 tres años (de 1991 a 1993), y asegura que es un enamorado del circuito de Suzuka, donde debutó en fórmula 1 hace seis años.