"El público madrileño reclama nuevas tendencias"

La obra de Marcel.lí Antúnez (Barcelona, 1959) es un buen ejemplo para conocer las nuevas tendencias artísticas, el arte del siglo XXI. En la exposición que ha montado en la Fundación Telefónica muestra una instalación realizada con bacterias (vivas). Por eso, cada día es distinta. Hay otra a la que llama "sarcófago mecánico": una especie de esqueleto mecánico que se mueve con la simple presencia del público. A otra de las instalaciones se refiere este artista, miembro fundador de La Fura dels Baus, como "prótesis emocional". Antúnez experimenta y disfruta con todo tipo de materiales. Desde que fabricó su primer robot con carne de cerdo ha ido demostrando que su obra no tiene límites.Pregunta. ¿Cómo llama a lo que hace?

Respuesta. Es arte. Soy un obrero del arte.

P. Y dentro del arte, ¿cómo clasificaría su obra?

R. Me preocupan poco las clasificaciones, es algo que está caduco, se exige una nueva jerarquía. Lo que yo propongo con mi obra es un anhelo que se ha repetido a lo largo de las tendencias artísticas de este siglo. Como los dadaístas, que no se limitaban a pintar.

P. ¿Con qué discurso se dirigiría a los que no entienden o no aceptan su obra?

R. Les pediría piedad. En general, uno de los niveles de lectura de mi trabajo es popular y bien aceptado por el público. Aunque quizás alguna de mis obras pueda molestar por las preguntas que plantea. Hay personas que no aceptan ese tipo de cuestiones.

P. ¿No le parece que las nuevas tendencias artísticas van muy por delante de la mayoría del público?

R. Lo que me preocupa es mi cuenta corriente. Si eres un artista que haces cosas que no interesan, no llegas a la gente. Yo vivo de presentar mi obra. Hay que intentar llegar al público. Pero también me parece lícito desarrollar una obra que no acepte nadie. El público ve en una sala de exposiciones cosas que se ven en todos lados. La genética o la robótica están en los laboratorios o en las páginas de los periódicos. No es algo ajeno, forma parte de la realidad.

P. ¿Cómo acepta el público de Madrid su obra?

R. A tenor de los resultados de las visitas, he caído en gracia. Creo que en esta ciudad la gente tiene la necesidad de experimentar lenguajes distintos, de romper el lenguaje adocenado. Tengo la sensación de que en Madrid hay un público potencial muy bueno para cosas que no se ofrecen habitualmente, como todo lo relacionado con las nuevas tendencias.

P. ¿Qué quiere transmitir al público con esta exposición?

R. Habla de la ironía, de lo trascendente, lo lúdico o lo emotivo. De la muerte o la vida.

Epifanía, en la Fundación Telefónica (Fuencarral, 3; metro Gran Vía), hasta el 7 de noviembre.