Un baño de autoestima

ESTUDIANTES 85 - TAU CERÁMICA 74, El Estudiantes se dió un necesario baño de autoestima frente al Tau, una semana después de salir malparado de su visita al Barça. No sólo por la victoria en sí, clara y sin discusión, ni siquiera por el nombre del adversario, una de las potencias de la Liga, sino por el camino elegido para lograrlo. Fue por encima de todo, un destacado trabajo en equipo. Todos los jugadores arrimaron el hombro y cuando la dinámica del encuentro solicitaba su protagonismo, no hubo titubeos. La estadística refleja este exitoso esfuerzo colectivo. Cinco jugadores por encima de los 10 puntos y uno más, Azofra, que no los alcanzó, más por sus endémicos problemas con las faltas personales que por cuestiones de acierto.Enfrente, el Tau no estuvo a la altura de las circunstancias. Lo que en el Estudiantes fue suma de voluntades, en el Tau fue dispersión. Empezando por Bennett, desacertado tanto en las labores de dirección como en la de anotación.

Estudiantes y Tau son dos de los equipos llamados a calentar la competición y sus puntos de mira son elevados. Pero su tránsito de la temporada pasada a la actual no ha sido precisamente tranquilo. Ambos han perdido pilares debajo del aro como Rusconi o De Miguel y sufren ajustes en sus tiradores (el Tau ha cambiado a Beric por Esteller y el Estudiantes el obligado de Toolson por el lesiondo Thompson). Tambien coinciden en una falta de referente ofensivo, un hombre que garantice una productividad anotadora. No es que les falten jugadores con buena mano, sino que ninguno de ellos, -quizás salvo Vandiver, un pedazo de jugador-, cuenta con la regularidad necesaria. Esto provoca que la responsabilidad vaya recayendo de forma aleatoria en diferentes jugadores. Mientras los estudiantiles siempre respondieron a tal dinámica, el Tau no lo consiguió, comportándose de una forma un tanto errática, de la que sólo se salvo el trabajo de Mills.

El Tau empezó a perder la mañana cuando Morales cayó lesionado en el minuto 10. Su ausencia convirtió la zona vitoriana en lugar de dominio estudiantil y espacio en el que Vandiver y Reyes hicieron de su capa un sayo. Ambos formaron un dúo demoledor. Cada uno a su estilo. El de Reyes contundente, basado en su extraordinario físico y habilidad para hacerse hueco debajo del aro. Lo de Vandiver resulta más artistico. Lo mismo te hace un baile de pies a tres metros del aro que se sale detrás de la línea de tres puntos y suelta su virtuosa muñeca con precisión. Entre los dos rompieron el partido a la vuelta del descanso (58-44, minuto 28).

La respuesta del Tau fue siempre deslabazada. Parecen acusar la falta de Beric, al menos en estos inicios de temporada, y Esteller tampoco acaba de sentirse cómodo en su nuevo papel. La misma falta de adaptación mostró Foirest, un triplista consumado que no entró nunca en el partido. Pero sobre todo mostraron una debilidad destacable en las zonas cercanas al aro. Su falta de solidez, veteranía y contundencia les privó de ser competitivos ante un Estudiantes del que se pueden esperar grandes cosas.