Sergio García: "Yo lo que quiero es seguir ganando"
"Hemos hecho historia y curado una herida", afirma orgulloso Txema Olazábal
El castellonense Sergio García entró en la rueda del éxito y la inercia parece desarrollar su apetito de gloria. La nueva estrella planetaria del golf, al que llaman El Niño, no ganó ninguna de las dos vueltas que jugó ayer. Pero el sábado fue determinante para pasar a la final y permitir que el equipo español se proclamara ganador por primera vez de la Dunhill Cup de golf. Tras alzar el trofeo -con este suma su tercer triunfo como profesional después del Abierto de Irlanda y el Masters alemán-, que quiere seguir ganando."Está siendo un año fantástico para mí. Probablemente no se puede pedir nada más, pero yo quiero que esto no se quede aquí y pueda seguir sumando triunfos, que es lo que me importa. Estoy muy orgulloso de este triunfo, pero yo lo que quiero es seguir ganando", aseguró García, que a sus 19 años sigue asombrando al mundo del golf con su desparpajo y su genial drive.
"Mis tres compañeros de equipo han jugado brillantemente y ya sólo me queda esperar jugar en este campo (Old Course de Saint Andrews) tan bien como lo he hecho esta semana", ha dicho el jugador español, que en los tres primeros días firmó 67 golpes -cinco abajo-.
El guipuzcóano José María Olazábal es un compañero habitual de García en sus andanzas golfísticas. Ayer apuntó a una mejoría en la calidad del golf español en el último año: "Los españoles lo han hecho bien este año; yo he ganado el Masters y Sergio ha ganado otras dos competiciones. Este triunfo tan importante debería hacer mucho por el crecimiento del juego del golf en España".
El trío español dedicó el triunfo al representante de Olazábal, Sergio Gómez, que perdió a su hermano Daniel la semana pasada, por muerte súbita. El propio Olazábal fue un personaje capital al obtener una de las dos victorias de la final que permitieron a España entrar en el historial de la Dunhill. Ayer dijo que entre él, García y el malagueño Miguel Angel Jiménez han "hecho historia". Apuntó al enfrentamiento con Sudáfrica, un equipo con el que España se había vuelto a encontrar después de la final de 1998: "Este triunfo es muy importante, sobre todo porque ya ha pasado a la historia la triste derrota que sufrimos el año pasado en la final ante Sudáfrica".
Organizado en 1985 como un auténtico campeonato del mundo de golf, siempre en el entorno de Saint Andrews, la Copa Dunhill se le resistió a España el año pasado. Hasta 1998, nunca un trío de españoles había pasado de las semifinales (1988 y 1995). Cuando se consiguió hacer todo el camino el año pasado Sudáfrica se impuso en la final. Con Olazábal, Jiménez y Santiago Luna, que derrotaron a Estados Unidos en las semifinales, España estuvo a punto de llevarse el trofeo. Para ello, el equipo español doblegó a toda la artillería americana, compuesta por Tiger Woods, O"Meara y John Daly. Pero su carrera se frenó en la final. Sudáfrica la frustró las aspiraciones de aquel equipo, que se quedó sin la copa cuando se veía aferrándola, y que hoy -en palabras de Olazábal- ha vengado el escarnio deportivo.
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