Entidades cristianas critican el centralismo de la Iglesia y abogan por el diálogo

Un millar de personas se han dado cita este fin de semana en Barcelona en el congreso Cristianismo, Iglesia y Sociedad en el siglo XXI, que se inauguró el sábado y se clausurá esta noche. Los asistentes cirticaron la estructura centralista de la Iglesia, "desde el Vaticano hasta el rector de la parroquia más pequeña de cualquier barrio", en palabras de uno de los organizadores. El documento inicial y principal del encuentro, que ha sido convocado por diez entidades cristianas, denuncia el intento de monopolizar la fe desde las instancias institucionales centrales y aboga por el diálogo en el seno de la Iglesia aún a riesgo del error. Los congresistas advierten, no obstante, que el congreso no se ha convocado para la confrontación, "sino para que se tenga en cuenta la opinión de cada comunidad y sus peculiaridades".

Durante la jornada de ayer hubo duras críticas contra el Código de Derecho Canónico. También se reclamó su reforma por considerarlo "totalitario", según un comunicado facilitado por los organizadores.

El abogado laboralista Josep María Guasch, que intervino ayer con la ponencia "El estatuto jurídico de la Iglesia en la sociedad civil", recordó que pese a que la Constitución española afirma el carácter no confesional del Estado, "la Iglesia católica juega con ventaja porque el Vaticano es un Estado y puede pactar con otros estados, como el español".

Josep María Guasch pidió a la Iglesia católica que "durante el siglo XXI renuncie a todos los privilegios de los que goza", lo que comporta, según su parecer, "que tenga el mismo trato que se da a las personas jurídicas sin ánimo de lucro".

El congreso, según la organización, se abrió con la voluntad de promover el derecho a opinar con pleno derecho sobre las nuevas formas de ser cristiano en el próximo siglo y qué se puede hacer con libertad de conciencia, dentro de la Iglesia.

Entre las entidades convocantes del congreso se encuentran la Asociación Cultura, Información y Cristianismo, el Centro Ecuménico, el Colectivo de Mujeres en la Iglesia, Cristianismo y Justicia y la organización Cristianos por el Socialismo. Además, también se han adherido al congreso otras entidades, entre ellas, la asociación Cristiana de Gais y Lesbianas, Justicia y Paz o la organización Acción Solidaria contra el Paro.