Los chechenos mantienen a raya al Ejército ruso
Los batallones islámicos chechenos plantan cara al Ejército ruso al norte del río Terek, la línea hasta la que Moscú intenta llegar para consolidar una franja de seguridad. En la región de Naursk, al noroeste de la república independentista, centenares de combatientes mantienen a raya a miles de soldados rusos, apoyados por artillería, carros de combate y aviones. Cada día ceden un poco más de terreno, pero cuentan todavía con un colchón de seis kilómetros de profundidad, con una ciudad en medio, Naursk, que defienden a ultranza, y un bosque repleto de guerrilleros provistos de Kaláshnikov y dispuestos a luchar hasta la muerte.
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