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El equipo de Estados Unidos acusa al europeo de ser un mal perdedor

Jiménez dice que si la Ryder ha de ser tan polémica está decidido a renunciar a disputarla

La polémica por el mal comportamiento que, a juicio del equipo europeo, tuvieron sus adversarios estadounidenses en la Ryder Cup disputada en Boston, se avivó ayer. Varios jugadores estadounidenses restaron importancia a la euforia vivida en la última jornada, la compararon con la de anteriores confrontaciones disputadas en Europa y acusaron a los europeos de no haber sabido perder. El español Miguel Ángel Jiménez reiteró el mal estilo con el que ganaron los americanos y añadió que, si no se mantiene el código de conducta, está decidido a no volver a participar en la Ryder.

"Ellos pensaban que iban a machacarnos el domingo y están desconcertados por ello", afirmó Davis Love la víspera del Buick Classic en Callaway Gardens. "Toda esta polémica es negativa. Fue la mejor Ryder Cuper de todos los tiempos. Es triste que se quejen tanto". El equipo de Estados Unidos protagonizó el domingo en Boston la mayor remontada en una jornada final desde que fue creado el torneo en 1927, pero la gesta quedó ensombrecida por la polémica de la que fue seguida.Los jugadores americanos afirmaron que ellos no elogian la conducta revoltosa de los seguidores y Love sugirió que debería prohibirse la venta de alcohol durante la jornada para evitar que esos aficionados actúen bajo sus efectos. Pero Love añadió que la mala conducta de los seguidores se produce a ambos lados del Atlántico. Recuerda que en 1993, en Belfry, "la gente esgrimía sus paraguas para hacernos tropezar". Se refirió a la Ryder de hace dos años celebrada en Valderrama: "La gente estuvo incorrecta con nosotros... tosiendo, gritando y aplaudiendo cuando fallábamos un putt".

"Fui objeto de los gritos de reprobación por muchas de las cosas que dije preparando el evento", comentó David Duval. "Estuvimos en una situación delicada los dos primeros días. Estábamos siendo arrasados y tuvimos que apechugar y ver las celebraciones de los europeos en cada hoyo. ¿Cuál es la diferencia? El sábado Jesper Parnevik embocó desde unas 50 yardas en el hoyo 12. Tuve que esperar durante dos minutos mientras que él y Sergio (García), reían, bailaban y chillaban. Nosotros no nos quejamos. La emoción y el partidismo forman parte de la Ryder".

Love indicó que los europeos intentaron dominar el juego para quitarse de encima a los rivales. "Jugaron lento a propósito. Me juego un millón de dólares a que su estrategia fue jugar lento para frustrarnos. Nadie oyó a Mark O"Meara quejarse porque Harrington tardara diez minutos en salir del hoyo 18".

"Definitivamente no somos malos perdedores", contestó ayer el golfista español Miguel Ángel Jiménez después de haber completado la primera jornada del torneo de Colonia con 66 golpes, seis bajo par. "Para mí los americanos no fueron los ganadores por la forma en que se comportaron. Ellos quieren ganar cueste lo que cueste y lo que costó fue su dignidad y que no les tengamos ningún respeto. No me siento como el perdedor porque ellos no se merecen después de lo que sucedió el último día. Si la Ryder Cup tiene que ser así en el futuro -con jugadores actuando como profesionales del hockey hielo o del fútbol en lugar de jugadores de golf- no deseo disputarla nunca más".

El golfista malagueño comparte el liderato del Masters alemán con el local Alexander Cejka y el español José María Olazábal, que en el hoyo 11º, donde le pilló la suspensión de la ronda, también marchaba con seis bajo par. Sergio García terminó el día en -4, a dos golpes de la cabeza.

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