Divorcio madridista
El divorcio entre la afición y el equipo continúa. Las noches mágicas son sólo un recuerdo. La presencia en el estadio Bernabéu del Oporto no sirvió de acercamiento con la hinchada. Si la reciente visita del Molde noruego fue saldada con 15.000 espectadores, la llegada del campeón portugués sólo mejoró algo la situación (35.000). El cemento volvió a dejarse ver en el Bernabéu a pesar del llamamiento de Toshack y de sus jugadores a los aficionados.La localidad más cara para los socios costaba ayer 5.000 pesetas y la más barata -tercer anfiteatro- 1.000 pesetas. Para los no socios los precios oscilaban entre las 9.500 y las 2.000 pesetas. 5.000 entradas fueron compradas por seguidores del Oporto.
"Cuando estuvimos en Grecia el ambiente era infernal. Los hinchas del Olympiakos se volcaron con su equipo y a nosotros nos gustaría una respuesta similar de nuestra afición", se lamentó Toshack horas antes del partido.
En las tres últimas temporadas, la asistencia de aficionados al estadio Bernabéu ha tenido una directa relación con la trayectoria deportiva del equipo. El año pasado se registró un descenso de asistencia en los partidos europeos del Madrid de 150.000 espectadores. La visita del Spartak de Moscú provocó la mejor entrada de la temporada -60.000 espectadores-, y la peor, la del Dinamo de Kiev -unos 32.000.
El año de la séptima Copa de Europa reunió algo más de 300.000 aficionados sumando los cinco partidos disputados en el Bernabéu. La visita del Oporto hace dos años fue seguida por 21.000 aficionados.
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