EL ARREPENTIMIENTO DE CLINTON

Bill Clinton declaró ayer que seguía reconciliándose con su familia tras el asunto Lewinsky, y que, aunque "a veces no sea fácil", su mujer y su hija se van reponiendo progresivamente. "El año pasado ha sido uno de los más difíciles de mi existencia", declaró el presidente con motivo de un desayuno de oración en la Casa Blanca, explicando que se había sentido "profundamente conmovido por la capacidad de perdonar" de su esposa, Hillary, y su hija, Chelsea. "Quiero dar las gracias particularmente a los que se han visto mezclados en este asunto", declaró Clinton, al que acompañaba su esposa, con lágrimas en los ojos. El presidente se mostró también agradecido a sus consejeros espirituales -a los que el año pasado prometió consultar regularmente- por su ayuda. "He mantenido mi palabra", declaró Clinton, añadiendo que continuará su trabajo de arrepentimiento, que calificó como "interesante, no siempre fácil, pero que vale la pena". Fue precisamente durante otro desayuno de oración cuando Bill Clinton formuló sus excusas más prolijas por su relación sexual con Monica Lewinsky cuando ésta era becaria de la Casa Blanca.- ,