Almunia fuerza la dimisión de los nuevos dirigentes del PSOE valenciano

La profunda crisis de los socialistas valencianos sigue agravándose a pocos meses de las elecciones generales. El fracaso del congreso extraordinario que celebraron el pasado fin de semana forzó ayer la intervención del líder del partido, Joaquín Almunia, quien anuló los resultados de la asamblea y forzó las dimisiones del recién elegido secretario general, Joan Ignasi Pla, y del presidente regional del partido, Joan Lerma, que también puso a disposición su puesto de secretario de empleo en la ejecutiva federal. Antoni Asunción, el principal perdedor del congreso, ya dimitió el lunes como portavoz y diputado en el Parlamento valenciano.

Las renuncias de Pla y Lerma no fueron las únicas que planearon ayer sobre la crisis del PSOE valenciano. El secretario federal de Organización, Ciprià Ciscar, que ha desempeñado un papel relevante en el fracasado congreso, presentó su dimisión, pero Almunia no la aceptó. Las divisiones internas, teñidas de fuertes personalismos, han desembocado en la formación de familias irreconciliables en la segunda federación en importancia del PSOE, que agrupa a unos 35.000 militantes. El congreso del pasado fin de semana era extraordinario y había sido convocado para recabar la unidad tras la dimisión del anterior secretario, Joan Romero, que dejó el cargo a pocas semanas de las elecciones autonómicas, ganadas ampliamente por el dirigente del PP Eduardo Zaplana. Hasta que se celebre un congreso ordinario, previsto para el próximo otoño, el partido será gobernado por una gestora.