El golazo más ridículo

El Barça encajó en Mendizorroza un gol tan espectacular -una vaselina de Nan Ribera desde 30 metros- como ridículo. Corría el minuto 70 y Frank de Boer pasó el balón a Hesp y, casi de lado, señaló la banda izquierda para que el portero enviara la pelota a Sergi. El lateral, entonces, estaba de espaldas a la portería escuchando las instrucciones de Guardiola para cambiar de táctica. El balón quedó muerto y Nan Ribera, un joven de Girona de 24 años surgido de la cantera del Espanyol, llegó desde atrás y lanzó un colocado chut que superó por alto a Hesp para colarse mansamente hasta la red. El centrocampista del Alavés celebró el gol enloquecido -diría después que la jugada era para guardarla en video- mientras Sergi, Hesp, Frank de Boer y Abelardo se desesperaban por el espantoso bochorno. No sólo por eso. El Alavés acababa de darle la vuelta al partido. "Hesp nunca debió haber realizado ese pase", dijo Frank de Boer, que no se responsabilizó del fallo aunque admitió que la defensa estuvo mal. "Fue un error de comunicación entre Hesp y Sergi", apuntó Cocu. Van Gaal no se ensañó con nadie y culpó a todo el equipo. Eso sí: recalcó que errores así son intolerables a cierto nivel.