Sainz sube al tercer puesto

El abandono del actual líder del Mundial fue la principal noticia de la segunda etapa del Rally de China. Tommi Makinen se retiró después de destrozar su Mitsubishi en una salida de pista, y dejó abierta la lucha para la última etapa de la carrera y también para el campeonato del mundo. El francés Didier Auriol (Toyota) afronta la jornada final con diez segundos de ventaja sobre el inglés Richard Burns (Subaru) y con casi un minuto respecto al español Carlos Sainz (Toyota), que es tercero.Sainz no fue capaz de seguir el ritmo que marcaron los más rápidos, y quedó prácticamente excluido de la pelea por la victoria. Sin embargo, las complicadas condiciones del rally, con lluvia persistente y barro por todas partes, no garantizan el status quo. Además, los tres primeros necesitan el mayor número posible de puntos para intentar amenazar a Makinen en el Mundial.

El vencedor recibirá como premio diez valiosos puntos para el campeonato. En el caso de Auriol le supondrían empatar con Makinen como líder de la clasificación provisional. Y tanto para Sainz como para Burns, un buen resultado les permitiría acercarse a la cabeza y volver a entrar en la pelea por el título.

"Al igual que Auriol", dijo Sainz, "hemos chocado contra una piedra bastante grande en la primera especial. Después nos hemos asustado porque hemos derrapado en quinta y hemos aterrizado a un lado del camino. Hemos tenido suerte. En la 11ª y en la 12ª especiales hemos sacado partido de que íbamos con los neumáticos más adecuados y creo que los pilotos que nos precedían nos han limpiado la carretera".

Auriol, líder, estaba muy satisfecho por el rendimiento de su Toyota y porque, a pesar de los inconvenientes -chocó contra una piedra y pinchó en la 12ª especial-, consiguió mantener un ritmo a veces incluso excesivo. Así lo explicó el piloto francés: "La última especial ha sido increíble: el piso era tan deslizante que se podía rodar en sexta velocidad a 180km/h e intentar frenar sin que el coche frenase. Fue increíble. No deseo volver a vivir jamás otra situación semejante".

A Makinen, actual tricampeón mundial, le pudo esta vez su ambición, difícil de combinar con la dureza y complejidad de los tramos. Fue el más rápido, con diferencia, durante todo el día, y llegó a amenazar a Auriol y Burns a pesar de haber empezado la segunda etapa bastante retrasado. Pero en el último tramo perdió el control del coche y golpeó la parte delantera izquierda, arrancando la rueda. No le quedó otro remedio que el abandono, el segundo consecutivo después de que una avería le dejara fuera en Finlandia.

Esta circunstancia hizo adelantar una posición a Sainz, que se situó tercero, lejos de Auriol y Burns pero con una cómoda ventaja sobre el cuarto, Juha Kankkunen (Subaru), otra de las víctimas del mal estado de las pistas. También el finlandés de Seat Harri Rovanpera mejoró un puesto, y se situó quinto a la espera de los 86 kilómetros, divididos en seis tramos cronometrados, de la última etapa.

Clasificación tras la segunda etapa: 1. Auriol (Toyota Corolla), 2h.12m14s; 2. Burns (Subaru Impreza), a 10.7s; 3. Sainz (Toyota Corolla), a 59.3s; 4. Kankkunen (Subaru Impreza), a 3m50s; 5. Rovanpera (Seat Córdoba), a 5m20s; 6. Isik (Toyota Corolla), a 11m36s; 7. Arai (Subaru Impreza), a 11m43s; 8. Al Wahaibi (Mitsubishi Lancer), a 15m12s.1