Nuevos Ministerios tendrá la mayor multiestación subterránea de España

En el año 2003, unos 65.000 viajeros podrán ir desde Nuevos Ministerios hasta el aeropuerto de Barajas en 12 minutos. Para hacer realidad ese sueño, el Gobierno regional va a invertir 32.000 millones en lo que será "el complejo subterráneo mayor de España": una macroestación equipada para la facturación de equipajes que tardará 36 meses en construirse en el subsuelo de Azca, el Madrid financiero, según el proyecto presentado ayer por el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés. Un túnel de 5,8 kilómetros llevará la línea 8 de metro desde Mar de Cristal hasta la nueva estación.

El cruce de la calle Raimundo Fernández Villaverde con el Paseo de la Castellana se va a convertir en una sucursal en miniatura de la terminal del aeropuerto de Barajas. Grúas y tuneladoras van a trabajar durante tres años en ese punto (uno de los más conflictivos para el tráfico madrileño) para abrir en el subsuelo un entramado de túneles y vestíbulos que faciliten no sólo el trasiego de los pasajeros de Cercanías y de las líneas de metro 10 (Aluche-Fuencarral), 6 (Circular) y 8 (Nuevos Ministerios-Barajas), sino también la facturación del equipaje de los viajeros de esta última línea. Técnicos de la Consejería de Obras Públicas calificaban ayer tarde la futura estación como el "complejo subterráneo más grande de España y uno de los tres primeros de Europa".La terminal de Nuevos Ministerios tendrá un vestíbulo principal tres veces mayor que el de las nuevas estaciones de metro y aflorará a la superficie con siete bocas distintas (ver gráfico) para facilitar los accesos tanto desde la actual estación de Renfe-Cercanías como desde todos los cruces de las calles con el paseo de la Castellana. Además, las entradas contarán con ascensores amplios para facilitar el transporte de equipajes. El vestíbulo principal, situado a muy poca profundidad, contará con mostradores para ubicar desde 10 a 45 puntos de facturación de equipajes.

Ésta ha sido la principal dificultad que han tenido que solventar los técnicos de la Consejería de Obras Públicas para sacar adelante un proyecto que cuenta con el empeño personal del presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, y el vicepresidente Luis Eduardo Cortés. Los deseos de estos dos cargos del PP de dotar a la capital con una terminal del aeropuerto chocaron, en un principio, con los recelos de AENA sobre las dificultades de garantizar la seguridad de los equipajes.

Contenedores de maletas

En la búsqueda de soluciones, el consejero Cortés visito los aeropuertos de Hong Kong y Londres. Finalmente, la solución ideada para transportar las maletas consiste en un túnel específico para ese fin que arranca desde los mostradores y llega hasta el llamado "hipódromo de facturación", tres niveles más abajo.

"En ese lugar, varios empleados clasifican las maletas y las meten en un contenedor que será trasladado posteriormente hasta el aeropuerto en uno de los vagones del metro habilitado exclusivamente para ello. Al llegar al aeropuerto se descarga el contenedor y el personal de Barajas distribuye cada maleta según su destino", explica Luis Eduardo Cortes. "De esa manera está totalmente garantizado el correcto almacenaje del equipaje", enfatiza el consejero, que calificó el proyecto como "la obra más importante de los últimos cuatro años y de los cuatro siguientes, por su carácter técnico y sociofilosófico".

El proyecto, con un coste de 32.000 millones de pesetas, ha salido ya a concurso y se adjudicará a finales de octubre. Las máquinas llegarán al paseo de la Castellana en diciembre con el objetivo de que los trabajos estén concluidos en "las navidades del 2002", señaló Cortés.

El consejero explicó que para enlazar esa estación con la línea 8 (Barajas-Mar de Cristal) se ha trazado un túnel de 5.822 metros de largo y un poco más ancho de los actuales. El nuevo tramo de túnel contará con una única estación intermedia (Colombia), ya que esta está planteada como "no convencional, donde debe primar la rápidez", en palabras del consejero. En Nuevos Ministerios la línea 8 convergerá con las líneas 10 y 6. A esto hay que añadir que la línea 10 conectará con el futuro metrosur.

Hasta la nueva terminal llegará también el futuro AVE a Valencia, que tendrá su destino final en la estación de Chamartín; ello obligará a habilitar un nuevo túnel entre Atocha y Chamartín, aunque "eso es una cuestión de Fomento", concluyó el vicepresidente.