Elecciones anti-Schrodër

Las elecciones regionales en el Sarre y Brandeburgo han caído sobre el Partido Socialdemócrata (SPD) como las plagas de Egipto sobre el faraón. En el caso del SPD, (...) habrá quien diga que la política de Schröder de enfriamiento social del partido representa la auténtica plaga. Y los resultados del socialdemócrata Klimmt en el Sarre, comparativamente aceptables, se aducirán como prueba: Klimmt se había manifestado en contra de Schröder de forma mucho más clara que Stolpe, el candidato del SPD en Brandeburgo. También habrá voces que afirmen que el éxito se recuperará cuando el SPD haga lo que promete su nombre: política socialdemócrata. Sin embargo, el desastre de Brandeburgo no puede cargarse íntegramente en la cuenta de la política federal: el presidente de la región, Manfred Stolpe, está cansado, su política agotada, la federación de su partido adormecida. Los candidatos democristianos hacen una política mucho más agresiva y clara. (...)

Sin embargo, lo decisivo ha sido y es que la política de Schröder no ha logrado recuperar el sentimiento de seguridad que los electores desencantados con Kohl buscaban en los socialdemócratas. Al contrario: el SPD de Schröder no sólo no ha mitigado los miedos frente a la globalización y el desempleo masivo, frente a la transformación del mundo laboral que nos era familiar, sino que más bien los ha confirmado. Es evidente que, para su clientela, el SPD de Schröder ya no es ni siquiera el partido del mal menor.

, 6 de septiembre