MIGUEL FERNÁNDEZ PERIODISTA "Si en Andalucía estuvo el paraíso es porque estuvo la tentación"

Periodista. Granadino. De la quinta del 62. Tras dar cuenta diaria de la actividad cultural en El Universal, conduce en Canal Sur Radio La noche de los sabios, un magacín de madrugada, una conversación abierta de preguntas y respuestas que ya supera las 1.600 ediciones en una hora donde sólo se escucha deporte. Acaba de publicar Buen provecho -la primera de una serie de guías de bolsillo temáticas, Guías para pecadores-, que se dedica a todo lo que tenga que ver con satisfacer el buche. La primera edición se ha vendido en un mes. Pregunta. Se le ve suelto en eso de aconsejar al hambriento. Respuesta. Me apasiona el mundo del vino y la alimentación. Hasta llegué a tener un restaurante a medias con un cocinero de Marbella. Desde hace años llevo un fichero de lugares donde como, bebo o compro. La guía es una idea de Francisco Argüelles, el editor de Arguval. Pretende seguir el ciclo de la alimentación desde el producto en estado puro. P. Hay una voluntad andaluza. La primera edición se ha acompañado de una botellita de aceite de oliva. R. Sí, la empresa Hojiblanca se avino a hacerlo y ha tenido un éxito enorme. Hay referencias de mataderos, tiendas de comestibles, conventos, bares modestos y restaurantes muy ricos. Incluye un apéndice para internautas. P. Gusta de aconsejar a la gente. R. Más que aconsejar, me gusta ser testigo. Es lo que me interesa del periodismo político, cultural o gastronómico. Contar lo vivido. No me gustan los periodistas que se suben a los púlpitos. No he querido usar el periodismo como ascensión social, como hacen algunos. Las hormiguitas anónimas somos mayoría. P. Haga una jornada gastronómica. Toda Andalucía a sus pies. R. Desayunaría en Sevilla, en el Horno de San Buenaventura; un tapeo en Jerez, en Juanito. ¿Comer? Complicado... Me quedaría con El Chiquito en Granada, y ahí mismo, en Casa Isla compramos unos piononos. Para cenar vamos a Marbella, a El Portalón. P. ¿Y sus pecados? R. Gula y lujuria. Que deben ser los pecados más perdonables. En el fondo son dos necesidades básicas. P. ¿Se puede hacer radio sin voluntad de estrella? R. Durante casi 20 años yo la he hecho, así que supongo que sí. P. ¿Andalucía para perder (bien) el norte? R. Creo que si aquí estuvo el paraíso es porque estuvo la tentación. P. ¿Público de noche o de mañana? R. De noche el mundo es completamente distinto: más sinceridad, muchísima complicidad. Durante el día le puedes hablar a un micrófono, pero por la noche intuyes a los oyentes. La soledad y la noche nos igualan a todos. La noche me está devolviendo a aquel apasionado de la radio que fui de chaval.