Kipketer cambiará de ritmo a falta de 200 metros y se verá qué pasa
No ha podido con él ni la malaria que contrajo en un viaje a su país natal, Kenia, y que le hundió la temporada pasada. Wilson Kipketer ha demostrado en Sevilla que vuelve a ser el genio de los 800 metros, el prodigio que ya amenazó en 1996 el sensacional récord que mantenía desde 1981 el británico Sebastian Coe con 1.41.73 minutos. Hizo 1.42.51 en Niza, el mejor registro después de 11 años de vacío tras Coe, y 1.41.83, en Rieti, la tercera marca de la historia. Fue el preludio de su doble plusmarca de 1997: 1.41.24 en Zúrich y 1.41.11 en Colonia, que aún permanece. Invicto en 1996 y 1997, sólo le derrotó en 1998 la última joya keniana, Japhet Kimutai, en Zúrich. Pero, sobre todo, la malaria. Ya no estaba acostumbrado a su país, que dejó en 1990 para casarse con una danesa e instalarse en Dinamarca. Sepeng y Kimutai serán sus dos máximos rivales la final de hoy (20.30 horas). Cuando él cambie el ritmo a falta de 200 metros, se verá si pueden seguirle.
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