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SEVILLA99 La jornada de ayer

Dvorák ganó a todos menos al calor

El calor y la humedad pudieron también con el último Supermán. El checo Tomas Dvorák, campeón del mundo ya en Atenas 97, revalidó su título ayer con facilidad, pero no pudo acercarse a su impresionante récord mundial que batió el 3 y el 4 de julio pasados. Prueba a prueba, gota a gota de sudor, fue perdiendo fuelle con respecto a las dos jornadas de ensueño que protagonizó en el estadio Rosickeho de Praga. Pero a sus 27 años, con 1,86 metros de estatura y 85 kilos, este hombre tranquilo, casado, con dos pequeñas hijas gemelas, que dejó a los 16 años su ciudad de Zlin para vivir en la capital, Praga, le lleva ventaja al destronado y ausente estadounidense Dan O'Brien.Cuando el martes a las 10 de la mañana, ya con 27 grados de temperatura y el 35% de humedad, Dvorák vio en el marcador electrónico que había hecho 10,60 segundos en la primera serie de los 100 metros, la prueba que abría el decatlón, frunció algo el ceño, pero pensó que no era demasiado grave. Sumaba 14 puntos menos que con los 10.54 de hace mes y medio (952 por 966), pero todo acababa de empezar y aún tenía soluciones para remontar. Tenía razón. A las 11.00, con 29 grados y 48% de humedad, logró un primer salto en longitud de 7,98, con lo que mejoraba en ocho centímetros lo conseguido en Praga. Sumaba 21 puntos más (1.056 por 1.035).

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La siguiente prueba del lanzamiento de peso iba a ser clave. Tenía que mejorar los 16,78 del día de su plusmarca mundial en Praga. A la una menos cuarto de la tarde, se mantenían las mismas cifras de temperatura y humedad, pero Dvorák falló en los tres tiros.Ayer, en los 110 vallas, casi igualó los 13,73 que había hecho, con 13.75 (1.010 frente a 1.007 puntos). Pero era el principio del fin. En disco sólo lanzó a 46,26 metros, dos menos que sus mejores 48,33. Perdía demasiados puntos, 43 (de 793 a 836); y para acabar, bajo el sol de Sevilla de las dos de la tarde, con 37 grados bajo las sombrillas y más de 40 con la pértiga en la mano, se quedó en 4,60 (790) puntos frente a los 4,90 (880) de Praga. Con nueve pruebas, a falta sólo del 1.500, sumaba 8.063 puntos. Hizo 4.39,87 y se quedó en 8.744 puntos. En Atenas había logrado 4.35,40, cuando ganó el oro con 8.837. En Sevilla, con el calor, era imposible mejorar.

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